lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 18


Y volvía con sus imposiciones, quería reprocharle una vez más que él no era quien para decirme lo que tenía que hacer o no; pensándolo bien, no sabía si teníamos algo o no, si lo tuviésemos estaría en su derecho de decir este tipo de cosas, pero una vez más me asaltaban las putas dudas, ¿qué éramos ahora? No creo que yo y la palabra "novios" nos llevásemos bien, por otra parte tampoco quería que él estuviese con cualquier zorra de por ahí, sonaba egoísta, pero esos eran mis jodidos y estúpidos pensamientos.
-No iba a ir. -mentí, esperaba que no notara que era una trola, nunca había sido buena para mentir.
-¿Segura?¿No estarás pensando ir sin que yo lo sepa no? -mi mano se detuvo de nuevo en su mariposa, mientras el terminaba sus preguntas.
-¿Por qué dudas de mí, Harry? -comencé a trazar la tinta de su estómago con mis dedos. Su piel ardía al contacto con mis manos frías, eso le hizo dar un respingo.
-No dudo de ti, es solo que Louis es un capullo y la idea de que pueda tocarte me vuelve jodidamente loco. No te acerques nunca más a él si no estoy yo, por favor. -pasó la yema de sus dedos por mi brazo.
-Te recuerdo que hoy he tenido que salvarte yo del capullo. -me carcajeé y Harry rió conmigo.
-Sí, la verdad es que puedes ser un hueso bastante duro de roer. -pasé la gasa por las últimas heridas de su cuerpo para terminar de curarle.
-Más de lo que crees león, ya te aviso que debes tener cuidado conmigo.
-No te tengo miedo por más que trates de dármelo.
-Lo tendrás nene, lo tendrás.
-¿Nene? Mmmmm, me gusta como suena eso viniendo de ti. -se acercó mas a mí arrinconándome contra el lavabo.
Posó sus labios sobre los míos, pasando su lengua por mi labio superior para que le diese cabida a mi boca y así lo hice. Su lengua se cruzó con la mía en una batalla encarnizada, sus ansías y las mías se notaban a la legua.
Un pequeño gemido se escapó de el interior de Harry cuando volví a posar mi mano sobre su mariposa. Acto seguido levantó mi camiseta para adentrar su mano y tocar también mi tatuaje.
Mordí su labio y el león gruñó y cegado por la excitación intentó quitarme la camiseta, pero le frené poniendo mis manos sobre las suyas.
-¿Qué ocurre? -podía notar parte de decepción.
-Nada, es solo que no quiero que sea un aquí te pillo aquí te mato. 
-Ayer no decías lo mismo jodida. -mi cara tuvo que ser un poema. -Es broma, esperaré todo lo que la señorita rebelde quiera.
-Gilipollas.
-Yo también te quiero. Tarde o temprano terminaremos en la cama, tú lo sabes y yo lo sé, nos morimos de ganas.
Mentiría si decía que odiaba cuando hablaba del sexo así; me encantaba, la manera en la que esas palabras salían de su boca.
"Tarde o temprano terminaremos en la cama" ¿eso significaba que para él éramos pareja o...? Iba a preguntarle ya sí que sí.
-Si pretendes seducir a una rebelde con esa clase de palabras, vas por mal camino.
-Sabes que estoy de coña (Tn__), ya te he dicho que me importas y que no te quiero para un solo polvo.
-Harry, ¿qué somos?
-¿A qué te refieres con eso, fiore? -ladeó la cabeza esperando una respuesta.
-No te hagas el tonto, hablo de nosotros, ¿qué coño somos? Porque me estoy comiendo el tarro de mala manera y ni siquiera sé que pasa entre nosotros.
No sabía si había hecho mal diciéndoselo, igual él no quería una relación como pareja, al fin y al cabo nunca había manifestado signos de querer algo serio conmigo, o igual sí y yo estaba tan jodidamente ciega que no quería verlo.
-¿Qué quieres que seamos morena? -pasó un mechón de pelo por detrás de mi oreja.
-He preguntado yo primero, Styles. -pretendí sonar intimidante sin éxito alguno.
-Adoro cuando me llamas por el apellido, suenas tan enfadada... Yo te quiero para mí, no quiero que nadie más te toque, ni te bese, no podría soportarlo.
-¿Y eso qué significa?
-Eso significa lo que tú quieras que signifique. -sus juegos de palabras me ponían enferma, ¿por qué cojones no decía lo que quería y ya?
-Muy bien, gracias por aclararme las dudas. -me zafé de su agarre y me dirigí a la puerta.
-Espera, fiore. -me agarró del brazo. -Te pregunto lo que tú quieres porque no quiero cagarla contigo. No te pongas a la defensiva.
Le examiné el rostro por unos momentos, sus gestos y sus ojos verdes reflejaban verdad, ¿debía creerle o no? No entendía por qué me hacía tantas preguntas respecto a Harry, joder, el mensaje que me había envíado horas antes demostraba que le importaba, y mi jodida conciencia segía haciéndome dudar de la manera más absurda y gilipollas que pudiese existir.
-Harry, esto es algo nuevo para mí.
-¿Nuevo?¿Cómo que nuevo?
-Nunca he tenido nada serio con nadie, y no sé a que atenerme contigo.
-¿No has salido con nadie nunca?
-Nunca. No he querido engancharme de nungún hombre, sí, he tenido mis rollos, pero jamás he querido algo más, siempre he pensado que las relaciones no estaban hechas para mí.
-¿Esa ha sido la única razón por la que nunca has sido novia de alguien?¿Tus simples pensamientos? -frunció el ceño y soltó mi brazo para rodearme por completo. -Quiero cambiar eso, fiore. -apoyó la cabeza sobre la mía y gotas de su pelo comenzaron a caer por mi rostro haciéndome reaccionar.
Quería decirle a Harry que la razón por la que nunca había establecido una relación con un hombre era por mi miedo a amar, mi puto miedo a enamorarme, eso me había detenido siempre. El miedo a sufrir... Mi madre siempre decía que el dolor de corazón y del alma era el peor de todos, eso también había tenido influencia en mí. Siempre hacía caso de todo lo que ella me decía  y creía en cada una de sus palabras, era mi ejemplo a seguir y lo será hasta el fin de mis días.
No pensaba abrirme tanto a Harry, por lo menos no por el momento, ¿debería dejarle entrar en mi vida?¿Debería compartir todo con él? Sabía que él tampoco era sincero conmigo al cien por cien, que me ocultaba cosas, pero ese aire misterioso todavía me atraía más; además. todos guardábamos secretos. Confiaba en que si terminábamos teniendo algo él me contara sus secretos con el tiempo, al igual que yo esperaba abrirme a él, con menor dificultad.
-León, no sé... ¿Y si tenemos algo y sale mal?
-No tengas miedo, los rebeldes no tenemos miedo a nada morena, no dejaré que pase nada. Joder, quiero estar contigo. Quiero que seas mía y solo mía.
Agaché la cabeza para mirarme los pies. Su posesividad me dejaba totalmente tocada, aunque la verdad me gusta que le importase de tal manera que solo me quisiera para él.
-¿Quieres ser mi novia? -alzó mi mentón para que nuestros ojos conectaran. Era imposible decirle que no, si su sola jodida mirada enviaba escalofríos por todo mi cuerpo.
Nunca antes me habían hecho esa pregunta, creo que ni siquiera cuando estaba en párbulos, y lo cierto es que siempre la había temido de la peor de las maneras, el simple hecho de pensar en un noviazgo me volvía loca, hasat ahora, hasta que apareció él.
-(Tn__), contéstame, joder. Mi paciencia se acaba y sabes que no tengo de eso.
(Tn__), era el momento, ahora o nunca, siempre había arriesgado y me había importado todo una puta mierda, ¿por qué iba a ser distinto ahora?
La puerta del baño se abrió y el mamón de mi hermano apareció tras ella.
-Sois un putos pesados, en serio, dejar los arrumacos para esta noche o en algún momento en el que yo no esté presente a ser posible.
-Puto (TA__), ¿no sabes llamar a la jodida puerta? Estábamos teniendo una conversación importante, coño. -Harry arrojó contra la pared el peine que había sobre el lavabo.
Ya estaba cabreado de nuevo, era peor que un crío.
-Harry, basta. -le regañé cogiendo el peine del suelo. -Hablaremos de esto luego, no te preocupes tendrás una respuesta. Ahora termina de vestirte que ya te curé todas las heridas.
Antes de que Harry pudiera decir nada más, empujé a mi hermano fuera del baño, y junto a él salí yo cerrando la puerta tras de mí.
-Cuando se pone así me dan ganas de soltarle una hostia, es más le debo una por el golpe de esta mañana.
-¿Es así siempre? -pregunté curiosa.
-No suele, excepto cuando algo lo saca excesivamente de su casillas, entonces sí que arrasa con todo lo que tenga a su paso. Pero vamos que tú hasta ahora has sabido domarle -me reí de su comentario, ¿domarle? Definitivamente el no sabía del apodo que le había puesto a Harry, sino retiraría esas palabras -pero también has sabido cabrearle y mucho.
-Bueno, puedo estar orgullosa de haberle llevado a los dos extremos entonces. -eché aliento sobre mis dedos y me los limpié contra la camiseta en señal de victoria.
-Hermanita eres una zorra cuando quieres, en el buen sentido de la palabra claro.
-Serás capullo, ¿desde cuando zorra tiene buen significado?
-Oye, me dirás que las zorras no son astutas, al igual que tú. La puta ama en serio "espíritu libre".
-Nunca lo pongas en duda. -sonreí. -Voy un momento a la habitación quiero hacer una llamada y a ser posible quiero que tú no estés presente.
-A sus órdenes ama. 
-Puto anormal. 
Zayn bajó las escaleras y yo puse rumbo a la habitación de invitados intentando engañar a Zayn antes de entrar a la habitación de Harry para buscar en su móvil el número del puto Louis.
Una vez me cercioré de que mi hermano había bajado, me dirigí a la habitación de Harry con sigilo, tenía que guardar ese número antes de que saliese del baño o estaba jodida.
Entré en la habitación y vi el móvil sobre la mesilla, tenía la habitación totalemente limpia algo impropio de un rebelde al que se la suda todo, pero bueno, se agradecía. Cogí el teléfono y busqué en su agenda; una larga lista de nombres de tías aparecían en esta, y los celos empezaban a comerme por dentro, si no encontraba pronto ese puto número acabaría estampando el móvil contra el suelo, ¿y si no lo tenía que haría? Tendría que ir a esa indeseable cita, y eso era lo último que quería en estos momentos.
Al fin lo encontré, tenía un único Louis en la agenda y esperaba que de verdad fuese este mamón y no otro, ahora si que estaba segura de que no quería ir a esa cita, aunque algo hacía que me muriese de ganas por preguntarle a Louis que había pasado entre él y Harry hasta hoy en día. Seguramente serían problemas de dinero, o simple rivalidad, podían caerse mal, pero ¿hasta el punto de querer matarse? Quizá era excesivo.
Saqué mi móvil y me apresuré a apuntar el número antes de que a Harry se le ocurriera salir. Una vez guardado, dejé todo como estaba y me apresuré a salir de allí; pero la puerta del baño me lo impidió. 
Joder, mierda, mierda, mierda y una vez más mierda. ¿Y ahora cómo le explicaba a Harry que estaba aquí?¿Cuál sería mi motivo? Jodida, así estaba.


domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo 17


Me miró fijamente, de esa manera especial que hacía que se parara mi mundo, ya no había vuleta atrás, finalmente había reconocido que sentía por él, y justo en este momento, con su cabeza sobre mis rodillas con su mirada fija en la mía, con su cuerpo totalmente dolorido. Ni siquiera sabía si se acordaría de esas palabras más tarde, probablemente estaría más que desorientado por las golpes que había recibido.
Harry iba a hablar cuando mi hermano nos interrumpió.
-Harry, tío, ¿cómo estás?¿Y qué mierdas hacías aquí con tanto matón? Joder, si no hubiésemos llegado podían haberte matado. -se agachó para quedar a la altura de Harry y mía.
-Zayn, no le agobies ahora, no creo que sea lo que necesite ahora. -repliqué con la mirada fija en Harry todavía.
-No te preocupes fiore. Esto no ha sido nada, estoy bien. -se incorporó y entre gruñidos trató de levantarse. 
-Para memo, te vas a hacer daño. Nosotros te ayudamos. ¿Estás seguro de que puedes levantarte? -le agarré de la mano.
-Más que seguro. - apretó mi mano, y con su dedo pulgar la acariciaba.
-Puto Styles, no te rindes nunca, ¿eh? -Zayn pasó el brazo de Harry arededor de su cuello.
-He estado a punto de hacerlo. -su expresión cambió instantanéamente.
-Bueno, lo importante es que estás bien. -intenté cambiar de tema, no quería saber más de lo que había pasado, por lo menos por el momento.
Demasiadas cosas estaban ocurriendo en pocos días, y solo quería que llegase algo bueno; joder, no es tan díficil tener una vida más o menos plena. Estaba dispuesta a ser feliz de una vez por todas, ¿sería al lado de Harry? Esa pregunta rondaba por mi cabeza, pero no podía hallar la respuesta en estos momentos, me arriesgaría, una vez más lo haría, ya no me quedaba nada que perder, no tenía nada, ni a mi padre, ni siquiera a mi mejor amigo; así que estaba dispuesta a empezar de cero, pero en esta misma ciudad, no quería dejar a Harry; solo me haría más daño y también se lo haría a él.
Entre mi hermano y yo cogimos a Harry, le hice pasar el brazo por detrás de mi cuello, pero inmediatamente lo apartó para cogerme la mano.
-Así mejor.- me susurró en el oído, y un escalofrío me recorrió de arriba a abajo.

Llegamos a casa de Harry y este se sentó en el sofá haciendo una mueca de dolor de nuevo, desde que habíamos bajado del coche no había querido que nadie le agarrase, más bien el me había agarrado a mí, Harry no había soltado mi mano en todo el camino.
-¿Estás seguro de que no necesitas que te llevemos al hospital Harry? Ellos te curarán bien todas esas heridas.
-No quiero ningún médico, cúrame tú. -sonrió picaramente, mientras acariciaba ambos lados de mi cara con sus enormes manos. -Tú me curarás mejor que cualquier gilipollas de bata blanca.
-Harry. -sonreí y acto seguido le regañé. -No llames así a los médicos, ellos si ayudan, de verdad, lo juro, ¿eh? -puse una mano en mi pecho y subí la otra como si estuviera en un juicio.
-Fiore, algo que debes saber sobre mí, es que jamás, y cuando digo jamás, es jamás, visitaré a un jodido matasanos.
¿Cómo podía ser tan irritante a veces? Sus cambios de humor me pertubaban, ahora mismo tenía ganas de preguntarle el por qué no quería ir a un médico, el por qué los matones de Louis le estaban dando semejante paliza, el por qué de la nota que aquella vez vi en su habitación... Muchas preguntas rondaban mi cabeza desde que le conocía y por un motivo u otro nunca le había formulado ninguna, pero tampoco lo haría ahora, seguramente le sacaría de sus casillas y ni él, ni yo estábamos como para discutir de nuevo. Apenas acababa de comenzar el día y yo ya estaba exhuasta, y completamente agotada.
-Está bien, como quieras. Iré a por el botiquín entonces. -hice amago de levantarme del sofá, pero Harry me retuvo, agarró mi cara y me hizo mirarle.
-No estarás molesta, ¿verdad? -preguntó divertido.
-Para nada. -agaché la mirada para que no notara mi molestia. 
-No me gustan los médicos, eso es todo, ¿vale? No quiero más peleas hoy, con una por día voy servido. -se echó a reír y me contagió a mi también. Era un completo anormal cuando se lo proponía, pero cuando reía, con el simple sonido de su risa, cambiaba todo.
-Vale, no te tocaré los huevos por hoy. -le guiñé un ojo.
-Puedes tocármelos si quieres, no hay problema. -volvió a susurrarme al oído, su aliento cerca de mi oreja hacía que perdiese los estribos.
-¡GILIPOLLAS! Más quisieras tú. -posé uno de mis dedos en su pecho y lo recorrí de arriba a abajo.
-Dios, me voy a duchar o esto acabará como yo quiero que acabe y me da igual si está tu hermano aquí. -se levantó cojeando y subió la escaleras a un ritmo calmado.
Harry, Harry, Harry... era tan cambiante, tan poco predecible, y eso solo aumentaba mi atracción por él. Una atracción que me recorría de la cabeza a los pies.
-¿Dónde está el inutil este? -Zayn salió de la cocina con una bolsa de hielos.
-Se ha ido a duchar, ¿sabes dónde está el botiquín? Habrá que curarle después.
-Está en el baño de arriba.
-Oh. Entonces lo cogeré cuando Harry salga. Voy a la cocina a beber agua.
-Espera (Tn__). -el tono serio de Zayn me hizo frenar. -¿Me vas a seguir negando que entre Harry y tú hay algo?
Suspiré profundo, ya no había manera de ocultárselo a mi hermano, tampoco es que tuviera la necesidad, todo quedaba al descubierto ya, mis sentimientos y los de Harry.
-Sí, siento algo por él, ¿contento ya?
-Sí, solo quería oírtelo decir. -se echó a reír. -A ver quien os aguanta ahora, solo rezo porque no acabéis destrozando la casa.
La casa. La familia Horan. Ahora que lo pensaba seguramente Maura y Bobby se estarían preguntando donde estaba ya que mi coche estaba aparcado frente a su casa y mis cosas seguían allí, al único que no le importaría sería a Niall, ¿y ahora que iba a hacer?¿Dónde viviría? Claramente no podía quedarme en casa de los Horan, ya no por Niall, sino porque si me quedaba en Londres definitivamente, necesitaría un lugar donde vivir. Tenía dinero suficiente como para alquilarme una propia, pero necesitaba hacerlo en tiempo récord, no podía seguir en casa de Bobby y tampoco podía quedarme en casa de Harry.
-Eo, tierra llamando a la loca de (Tn__). 
-Sí, perdón. Estaba pensando.
-¿En qué si puede saberse?
-En donde me voy a quedar ahora que no me marcho de Londres.
-Yo ya tenía pensado donde. -sonrió de medio lado. -Tengo una amiga, que es vecina nuestra, tan solo vive dos casa más a la derecha, y vive sola, siempre ha dicho que quiere alguien que le haga compañía, así que he pensado que podrías ser la indicada para vivir con ella. A no ser que quieras volver a tu antigua casa. -soltó ironicamente.
-Ni me lo menciones. No quiero estar en nungún lado que involucre a... a nuestro padre.
-Corrección, ese ya no es mi padre, no sé si será el tuyo.
-Zayn...
-Solo he dicho la verdad. Mira, piénsalo durante el día de hoy, esta noche quédate a dormir aquí, estoy segura de que Harry está encantado de que te quedes aquí, y a mí mientras no hagáis ruido por la noche.
-Eres subnormal, querido hermano. Pero vale, acepto tu propuesta. El problema es que todas mis cosas siguen en casa de Bobby.
-Por eso ni te preocupes, yo voy por ellas en un rato, ¿vas a querer venir? 
Me contuve las lágrimas al pensar en Niall, sabía que debía explicar a Bobby y Maura mi repentino cambio de opinión, pero no quería hacerlo ahora, no más Niall, él había decidido cortar su amistad conmigo y yo no estaba dispuesta a rogar nada, me dolía, me dolía mucho, era mi segundo hermano, mi rubio, pero de momento no iba a hacer más, nunca había sido de las que volvían con el rabo entre las piernas, y no iba a serlo a ahora; aunque en parte ya había cedido en algo con lo del tema Harry, pero no más.
-No, ve tú. Dile a Bobby y Maura que ya les explicaré todo.
-¿Y a Niall? -Zayn frunció el ceño como muestra de extrañeza.
-Nada, ya no somos amigos. Y te pido que no m hagas interrogatorios, ni a mí, ni a él si le ves.
-Pides mucho, pero no lo haré. -suspiró profundo. -Voy a comprar algo para cenar y más gasas por si el memo de Harry las necesita. A este paso le vamos a envolver, va a ser el momia gilipollas.
Me carcajeé como una niña pequeña, estos eran los momentos que extrañaba tener con mi hermano, necesitaba tenerle cerca y que me hiciese reír con sus gilipolleces.
-No olvides que te quiero, ¿vale pequeña? -me abrazó con fuerza y yo apoyé la cabeza en su pecho.
-Lo mismo digo moreno.
-Ahora vuelvo.
Zayn salió de casa dejándome sola en el salón, así que opté por subir arriba a esperar que Harry terminara. Mientras pensaría en la propuesta que me había hecho Zayn sobre vivir en una casa con otra tía que no conocía de nada. Nunca me había visto en una así, siempre había vivido sola, sin tener que compartir nada con nadie, ni mucho menos con una extraña, pero la verdad es que era la única opción que tenía ahora, podría mirar lugares asequibles mientras, y supongo que un poco de compañía femenina no me vendría nada mal, siempre y cuando no fuese una niña de papá como Gemma, no era mala chica, pero su actitud de adinerada no iba conmigo para nada. Ni siquiera sabía si aprobaba del todo su relación con Niall, aunque al fin y al cabo ahora ella sería la que le podría cuidar, ya que nuestra amistad había terminado; estaba segura de que ella le quería, porque de otra manera no tendría porque haberse fijado en alguien de la condición de Niall, un rebelde que llevaba chaquetas de cuero, salía de bares y venía de una familia obrera.
La puerta del baño se abrió y Harry asomó la cabeza. El agua caía de sus rizos que casi le tapaban la cara. Debía adimitir que Harry era realmente guapo y sexy. Era la primera vez que pensaba algo así d eun tío. la mayoría me parecían repulsivos, estaba el claro ejemplo de Louis.
Louis. Había quedado esta tarde con él a cambio de que sus matones dejasen en paz a Harry, debía cambiar esa cita, por nada del mundo quería quedar con él hoy, aunque sabía que tendría que hacerlo tarde o temprano. Ese imbécil de lo contrario buscaría a Harry para rematar lo que había empezado, y eso si que no lo permitiría. Solo esperaba que Harry no hubiese escuchado esa conversación que tuve con Louis, sabría que no me dejaría ir igualmente, pero era mejor que no supiese nada. Seguramente Harry tendría el número del gilipollas de Louis en su móvil, luego lo cogería para poder hablar con él.
-Fiore, ¿vienes a curarme? -me penetró con sus ojos verdes. -El botiquín está aquí.
-Estarás vestido, ¿verdad idiota?
-Entra y lo verás. -me retó con la mirada, y yo sin ningún pudor empujé la puerta del baño tras la que se escondía para pasar dentro. 
Llevaba una toalla enroscada a la cintura y el agua caía por todo su cuerpo, ahora podía ver con más claridad todos y cada uno de sus tatuajes. Las dos golondrinas en el pecho, su mariposa en el estómago, esa mariposa que me hacía quedarme embelesada porque sabía sin entender como alguien como él podía tener semejante tatuaje, pero era precioso. También alcancé a ver una rosa en su antebrazo, ese era el nuevo que Zayn le había hecho, ¿que significaría? En el resto ya me había fijado ya que sus camisetas de manga corta dejaban al descubierto los pedazos de tinta de sus brazos. 
Entorno a la mariposa y a las dos golondrinas había unos cuantos moratones y rasguños, esos gorilas le habían arañado el cuerpo. No podía apartar la mirada de su torso, ya no sabía si eran por sus tatuajes, por sus heridas o por qué, simplemente no podía.
-Preciosa, mi cara está aquí arriba. -se señaló el rostro a la vez que se mordía el labio intentando contener la risa.
-Perdón, es solo que esos cabrones si que te han hecho pupita, pareces de cristal león. -sonreí de manera irónica.
-No tanta como parece. -me devolvió la sonrisa, y dio unos pasos hacia mí.
Para salir de mi embobamiento me acerqué al lavabo donde Harry había dejado el botiquín y saqué un par de gasas y agua oxigenada.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Capítulo 16


PDV de Harry
No sabía cuanto tiempo llevaba mirando la puta pantalla del teléfono, ni una respuesta, ni una llamada, nada, joder, NADA. Sabía que no debía haberla envíado ese mensaje, no le había envíado algo así a nadie, nunca, ni siquiera a Lillian.
Lillian, esa zorra me había hecho tanto daño, y pensé que jamás volvería a sentir nada por alguien después de terminar con ella, es más me lo juré una y otra vez, ¿y ahora qué?¿qué me pasaba con (Tn__)? No encontraba explicación a mis sentimientos, definitivamente era un mierdas, no tenía que haberle envíado nada, ella querría hacer su vida, y yo era el gilipollas que dependía de ella y encima solo le complicaba las cosas más y más. Mis putos cambios de humor, pero ella tampoco me lo ponía fácil. Me decía que para ella todos los besos eran un juego, pero sus labios decían otra cosa cada vez que me besaba, notaba su calor, su jodida deseperación por tenerme cerca. Ella solo me había dado a entender que yo era un calentón, que no sentía nada, pero estaba seguro de que eso no era así, tenía miedo y quería saber a que, aunque seguramente ya no lo sabría nunca.
Me levanté del sofá y comencé a destrozar todo a mi paso, solo tenía ganas de gritar y de matar, era cierto todo lo que le había escrito, si se iba, mi cordura se iba con ella. Eso es lo que estaba pasando. Solo tenía ganas de enfrentarme a alguien, necesitaba desahogarme y necesitaba encontrarla, no me importaba como, solo sabía que tenía que encontrarla, tenía que acabar con sus putos miedos, tenía que ser mía, era demasiado tarde ya como para rechazarla.
Tenía que hablar con Zayn, seguramente él no sabría nada, pero si se lo contaba podría ayudarme o hablar con alguien que pudiera saber de su paradero, iba a evitar un adiós para siempre, claro que iba a evitarlo.
-¡ZAYN! -grité con todas mis fuerzas. -¡ZAYN! -repetí con fuerza.
-¿Qué coño quieres Harry?
-¡BAJA AQUÍ AHORA MISMO! TENEMOS QUE HABLAR. 
En apenas segundos Zayn estaba abajo, mirando todos los malditos desperfectos que había ocasionado en casa.
-Tío, deja de romper todo lo que encuentras a tu paso, joder. ¿Has vuelto a discutir con alguien? -preguntó, con una mezcla de preocupación y enfado.
-Se ha ido. -le espeté sin más.
-¿Qué?¿De qué hablas Styles?¿Estás fumado?
-Gilipollas, tu hermana se ha ido.
Zayn se echó a reír ante mi comentario como si yo le estuviera vacilando o algo así, maldito enfermo, ¿no pensaba ayudarme? Me dirigí a él y lo agarré por el cuello de la camiseta.
-¿De qué pollas te ríes? No estoy bromeando. -su rostro cambió por completo, por fin había reaccionado.
-¿Cómo que se ha ido?¿A dónde?
-Fuera de Londres, necesito que consigas a alguien que sepa donde encontrarla, o que creas que pueda saberlo.
-¡Mierda Harry! ¿Por qué no me has dicho nada? Joder, eres un hijo de puta. -soltó mi agarre para esta vez agarrarme él por el cuello.
-Relájate maldito idiota, no era yo quien debía decírtelo así que deja de pagarla conmigo, o te juro que no responderé de mí.
-Todo esto es por tu culpa Harry, no hacés más que enfrentaros y ella se ha cansado de ti, joder. ¿Por qué coño tenías que cagarla con ella? 
-Cállate Malik. -antes de que pudiera decir algo más le di un puñetazo con el que acabó en el suelo.
-Eres un jodido loco, un mierdas, no haces más que cagarla.
Le miré por unos momentos, mientras él seguía en el suelo tocándose la mejilla en la que le había golpeado.
Tenía que salir de allí, buscarla donde sea, o me volvería completamente loco, sino lo estaba ya.
Necesitaba pelea, meterme en líos, sí, eso sería lo único que evitaría que mi mente se centrara en ella.
En ese momento solo se me pasó alguien por la cabeza; Louis, ese cabronazo me tenía ganas desde hace tiempo y solo haría falta un poco de provocación por mi parte para ocasionar lo que tanto quería.
Fiore, voy a olvidarme de ti aunque tenga que morir para hacerlo.

PDV de (Tn__)
Seguía en casa de Niall, fuese como fuese, ese maldito mensaje de Harry había tomado la decisión por mí. No sabía como iba a explicar a Niall y a sus padres mi cambio de opinión, obviamente no podía decir que era por él.
No podía negar más que sentía algo por Harry, ese león mal domado se había incrustado en mi piel y ahora no sabía como sacármelo.
La madera de la puerta sonó tras varios golpes, todos seguían en la cama aún, así que me tocaría abrir si no quería que se despertaran.
Nada más abrir Zayn entró como un loco a la casa, ni siquiera me miró a la cara. Simplemente se adentró y cerró la puerta dando un portazo que retumbó toda la casa.
Mierda. Tenía que habérselo dicho, ahora estaba realmente cabreado y con razón.
-Tú. -me señaló mientras me miraba fijamente. -¿Dónde crees que vas? No voy a permitir que te marches de Londres, tienes 19 años y todo lo que tienes está aquí. ¿En qué mierdas estabas pensando maldita estúpida? -su tono se elevaba con cada palabra que salía de su boca y ya no estaba dispuesta a oír ni un solo grito más.
-Zayn cállate, ¿quién te crees que eres para hablarme así? Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la jodida gana. Tengo una edad, y ni tú ni nadie me va a impedir que me vaya si así lo quiero.
-No te vas a ir (Tn__). Nunca en mi vida he dicho algo tan en serio, no estás pensando las cosas bien.
-Igualmente ya no me voy, claro que no me voy. Llegas tarde con tus reprimendas.
-¿Qué?¿Y puedo saber qué ha cambiado tu opinión?
-Eso que más da. -le aparté la mirada, sabía que de lo contrario lo terminaría averigüando.
-¿Es por él verdad? Es por Harry. ¿Por qué no eres capaz de afrontar lo que sientes? No es nada malo.
-Zayn, ¿de qué hablas? Él no tiene nada que ver en esto.
-Soy tu hermano, deja de ocultármelo, acepta tus sentimientos. Deberías hablar con él y decirle lo que verdaderamente sientes. Solo os estáis perjudicando y no te haces una idea de como está él. Mucho más insoportable que de costumbre. Os necesitáis el uno al otro.
Tenía razón, no sabía por qué quería seguir ocultándole esto a todo el mundo, porque me cerraba en banda. Ni siquiera sabía porque tenía miedo a querer. Todo el mundo tenía sentimientos que tarde o temprano descubría, y yo ya lo había descubierto, pero no era capaz de asimilarlos, quizá había llegado el momento. Me estaba comportando como una cría y haciéndome daño con mis absurdeces.
Miré a Zayn de nuevo, tenía una de sus mejillas rojas y un tanto hinchada.
-¿Qué te ha ocurrido en la cara?
-Harry, se volvió loco, bueno lo cierto es que yo le provoqué y él simplemente me golpeó, en parte me lo merecía, le culpé de tu partida.
-¿Don... Dónde está ahora? -algo había creado incertidumbre en mí e incluso nerviosismo, ¿y si se había metido en un lío? No estaba segura de hasta que punto podría controlarse.
-No lo sé, salió despavorido en cuanto me golpeó.
-Zayn, no me iba por él, me iba principalmente por papá, no quería que me ocultara más las cosas, sentía que estaba jugando conmigo.
-Y lo ha hecho, con los dos hermana. -negó con la cabeza, dejando ver su desaprobación. -Ese ya no merece ser nuestro padre.
-No seas tan duro tampoco, Zayn. Tú sabes lo que nos ocultaba, ¿qué era?
-(Tn__), no es el mejor momento para hablarlo, y menos aquí, no quiero que todo el mundo sepa de nuestros problemas.
-Hermano, ellos nos conocen desde pequeños, es la familia Horan, nuestra segunda familia; y aparte no se van a enterar, siguen durmiendo.
Una pequeña imagen pasó por mi mente: Harry en el suelo, siendo golpeado. Una patada, un puñetazo, después muchos más golpes por todo su cuerpo. Louis mirando el espéctaculo... Eso me hizo caer en el sofá; ¿y si eso le estaba ocurriendo en estos momentos?¿y si no era producto de mi imaginación?
-Pequeña, ¿estás bien? -mi hermano preocupado se sentó a mi lado.
-Vayamos a... Vayamos a buscar a Harry, por favor. -susurré con la voz temblorosa. Me temía lo peor. No, ahora no le podía pasar nada malo, ahora que sabía que sentía cosas por él le necesitaba a mí lado.
-Estás muy pálida (Tn__), no estás para buscar a nadie.
-¡ZAYN JODER! -no pude contener el grito, me daba igual si el resto de la casa se despertaba, quería ir a por Harry.
-Está bien, coño. Que cabezona eres. Vamos. Tengo una idea de algunos lugares donde podría estar.

Más de una hora dando vueltas por todos lugares donde Zayn creía que Harry podría estar y nada, no había habido rastro de él, habíamos preguntado a conocidos suyos, y nadie sabía nada de él. Me sentía impotente, ¿y sí le había pasado algo por mi culpa? No me lo perdonaría en la vida.
-Peque, estará bien. Sabe cuidarse. -mi hermano me abrazó con fuerza aoyando su barbilla en mi cabeza.
-¿Y si no?
-Shhh...
Tenía ganas de llorar de nuevo, esto había pasado por mi culpa, sabía que Harry era impulsivo y cabezón, pero no pensaba que se fuese a meter en líos.
Quizá estaba todo bien, y fue mi simple imaginación que me había jugado una mala pasada.
Caminábamos por un barrio bastante pobre, en el que yo no tenía miedo, estaba lleno de gente de nuestra condición, todos rebeldes, con sus motos y demás. La música rock retumbaba a lo largo de las calles tan lúgubres y algún que otro desgraciado silvaba a nuestro paso. Estaba segura de que a Zayn le gustaría partir la cara a más de uno, pero se contenía, yo le apretaba del brazo con fuerza para que lo hiciera.
Logré alcanzar a oír diversos gritos, pero no podía distinguirlos con claridad, así que me acerqué lo más rápido que pude a la zona de donde provenían y Zayn me seguía sin decir palabra.
-Styles, deja de buscártelas. Hace tiempo quería acabar contigo y ahora me lo has puesto muy fácil... Demasiado... No me gustan las cosas fáciles, pero en tu caso puedo hacer una excepción.
Era la voz de Louis, estaba segura, giré el estrecho callejón y allí estaban unos 4 hombres rodeando a alguien en el suelo, y Louis fuera del círculo, intimidando, amenazando...
Divisé los rizos de Harry cuando uno de los chicos se apartó justo antes de propinarle otra dolorosa patada.
-¿Qué se siente?¿Eh Harry Styles? Me las vas a pagar, todas y cada una de ellas. ¡VAMOS TÍOS, SEGUIR CON LO VUESTRO!
-¡LOUIS PARA! -tenía que parar aquello y probablemente sería la única que lograría hacerlo.
-Vaya, vaya, vaya... Si es la gatita... Encantado de verte.
-¡MALDITO GILIPOLLAS QUE CREES QUE HACES! -mi hermano le gritaba mientras se aproximaba.
-Zayn para. -le frené poniendo mi mano en su pecho para que se detuviera. No quería más involucrados y menos mi hermano. -Yo lo solucionaré, no te metas, por favor. -le rogué. - Quédate donde estás, si de verdad necesito ayuda, lo sabrás y podrás acercarte.
-No me pidas eso (Tn__), maldita sea, está golpeando a mi mejor amigo.
-Hermano, ¿te das cuenta de cuantos son?¿Podrían acabar con nosotros en minutos? Por favor Zayn, piensa fíamente y quédate aquí. -me miró por unos segundos y con mucho pesar asintió.
Yo le dejé atrás y volví a acercarme a Louis.
-¿Quién era ese? 
-Nadie importante. -le mentí, dado que él no había podido divisar con claridad a Zayn.
-¿Y bien gatita?¿Qué quieres? Estoy ocupado.
Harry solo gruñía de dolor, estaba segura de que ya no podía identificar ni quien estaba allí, joder, había dejado llegar demasiado lejos todo esto.
-Déjale Louis, ¿vale? -a pesar del tremendo asco que le tenía, rocé con la yema de mis dedos su mejilla, llevaba barba de unos días y eso creaba escalofríos cada vez que mi piel lo notaba. -No merece la pena que os ensuciéis las manos. ¿No crees?
Louis sonrió de medio lado y me agarró de la cintura para acercarme a él. No me podía creer que me estuviese rebajando a esto por alguien. Jamás había sido así, si por mi fuera y no dependiese de nadie ya le habría soltado una patada en los huevos a ese cabrón, pero ahora debía controlarme. Por él, por mi león mal domado.
-Vaya... así que ahora eres mansita. Está bien, le dejaré si a cambio aceptas salir conmigo esta noche. 
Tragué saliva, su proposición me hacía estremecer, no quería nada con él, no le tenía miedo, pero su forma de ser me hacia repudiarle.
-Está bien. -asentí.
-Aquí a las 8, y no me dejes plantado gatita. -Louis me soltó y cogió mi mano para besar mis nudillos. -Una vez más ha sido un placer hablar contigo. ¡VAMOS CABRONES!
Él y su séquito se alejaron mientras yo admiraba un Harry completamente indefenso y herido, tenía las mejillas hinchadas y le sangraba el labio, seguía consciente, pero no sabía si podría reconocerme.
Jamás habría imaginado encontrarme a Harry de tal manera, siempre imponía, e incluso atemorizaba a veces, y ahora estaba completamente solo y tirado.
-Harry, ¿puedes oirme? -me arrodillé ante él y levanté su cabeza apoyándola en mis piernas.
-(Tn__).... -respiró con dificultad -No te has ido.
-No, no me iré.
-Eso es... es ¿por qué sientes algo por mí? -sonrió suavemente, y acto seguido hizo una mueca de dolor, estaba demasiado dolorido. Sus ojos claros ahora me miraban con claridad, podía ver tanto a través de ellos.
-Sí, Harry, así es.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Capítulo 15


Cogió mi cara con sus dos manos y frotó mis mejillas con sus pulgares, cerré los ojos por su contacto con mi piel y solté un largo suspiro. Quería que lo que tuviese que pasar, pasara ahora, no me importaban si los remordimientos llegaban más tarde; ya sabía que no le volvería a ver, mi decisión estaba más que clara. Mi mente luchaba contra mi corazón, ella decía que me alejara de él, y él decía que me acercara más. Esta lucha interna no me ayudaba, pero siempre supe que la razón debía superar al corazón en este caso.
-(Tn__), yo... -susurró lentamente. Le corté poniendo mi dedo índice sobre sus labios rosados.
-Hazlo.
-¿Hacer el qué, fiore? -preguntó, sus ojos brillaban de la manera más especial que podía existir.
-Fóllame. -ni yo misma me creía lo que estaba diciendo, pero necesitaba sentirle antes de perderle para siempre.
-¿Qué?¿Por qué?
-No me preguntes, por favor, solo hazlo. -agaché la cabeza y centré la mirada en su pecho, sentía que no estaba haciendo lo correcto, pero a fin de cuentas, me daba igual, nunca había hecho lo correcto y nunca lo haría.
Él no habló más, tan solo me miró a los ojos una última vez para después fijar sus labios con los míos. Esta vez sus labios sabían diferente, estaban fríos, la sensación al juntarlos con los míos prácticamente en llamas, era indescriptible. Era como si su boca hubiera estado totalmente absenta de besos en un largo tiempo. Pasé mi lengua por su labio inferior, necesitaba sentirlos completamente. Harry abrió la boca y yo adentré mi lengua juntándola con la suya, aun ritmo lento, no propio de él, ni de mí. Pasé mis manos por detrás de sui cuello, enganchando mis dedos en sus rizos alborotados, mientras el me cogía en vuelo y me hacía entrelazar mis piernas en su cintura. Un pequeño gemido escapó de mi interior al sentir su contacto tan cerca. Caminó conmigo en brazos hasta la pared dejando que me apoyara en ella, y comenzó a meter, sus largos, ásperos y finos dedos por debajo de mi camiseta. El tacto de sus dedos en mi piel me hacía olvidar todo aquello que me hacía sufrir, era una cura, era mi cura.
Yo seguía con mis manos en su pelo, mientras él iba dejando besos por todo mi cuello hasta llegar mi oreja. Mordió mi lóbulo y yo ahogué un gemido en su pecho.
-Te deseo tanto... -susurró lenta y roncamente en mi oído, eso me hacía rozar el borde de la locura.
Bajé mis manos hasta el filo de su camiseta blanca, y tiré de ella hacia arriba. Harry pareció entender la indirecta y terminó den quitársela con una sonrisa, colocó mia manos alrededor de su espalda evitando que me cayera mientras él se deshacía de la camiseta. Pude divisar dos golondrinas, una a cada lado de su pecho y una mariposa que abracaba todo su estómago, ¿una mariposa?¿Por qué tendría un tipo duro como él semejante ñoñería? Debía de admitir que me gustaba, más de lo que pensé que podría hacerlo. Tracé la silueta de la mariposa con mis dedos, observando cada uno de los trazos de tinta en su piel. Harry alzó mi mentón ante mi ensimismamiento con su pedazo de tinta y me miró a los ojos para después hablar.
-Los rebeldes también tenemos sentimientos, no sé si puros, pero los tenemos. No te vayas, fiore.
En ese momento reaccioné; "los rebeldes también tenemos sentimientos... No te vayas fiore." Mierda, había dejado que esto fuese demasiado lejos, él sentía algo por mí, y eso no debía haberlo permitido nunca, no quería hacerle daño, y ahora tenía que hacérselo, y le haría más todavía si dejaba que esto se llévase acabo. Deshice el nudo de mis piernas a su cintura bajando así al suelo y me alejé cuanto pude.
-¿Qué ocurre ahora fiore? -preguntó, su expresión había vuelto a cambiar, tenía ese tono meláncolico en su mirada.
-Harry, no puedo dejar que esto pase. solo lograré hacerte más daño.
-No, si te quedas no lo harás.
-No me voy a quedar, eso solo complicaría más las cosas.
-Joder, (Tn__), ¿por qué siempre quieres deshacerte de aquello que te ayuda? Es de gilipollas. -cogió un par de libros que había sobre la mesa y los tiró contra el suelo, y junto a ellos tiró todo lo que había sobre esta.
-¡Harry para!
-No... -tiró otra cosa más. -No quiero parar, estoy cansado, cansado de todo esto, de la situación. Cansado de esta puta mierda. Pensé que eras diferente, pero estaba equivocado, como he estado equivocado siempre a lo largo de mi vida. Vete, es lo que quieres. Así que vete, no voy a rogar nada, no lo mereces. 
Lo miré por unos segundos, estaba tan enfadado... Las venas de su cuello completamente marcadas, su cara y su torso rojos por completo, en cualquier momento explotaría, y no debía estar allí para verlo, aunque quería hacerlo.
-¡VETE COÑO! -esta vez gritó con furia.
-¡ERES UN PEDAZO DE MIERDA, UN JODIDO GILIPOLLAS! -le grité de vuelta y salí corriendo de la tienda, dejándole solo.
Llegados a este punto, me sentía completamente rota, rota y agotada. Habíamos pasado de sentirnos el uno al otro a gritarnos mierdas en la cara, siempre acabábamos así y esa era una situación con la que ya no podía mediar más, no tenía porque hacerlo.
Tenía que cortar esto, ya estaba volviéndose algo perjudicial para ambos, pero él no se daba cuenta de eso, joder; solo complicaba más las cosas con sus palabras y sus malditos berrinches.
Si no le hubiese conocido todo hubiese sido distinto, estaba segura, pero ya no había vuelta atrás, debía irme, dejar todo atrás, empezar mi nueva vida de rebelde y olvidarme de todo lo que iba a dejar aquí, menos de Niall, de él no quería, ni iba a olvidarme.

Entré a casa y Maura y Niall estaban en el sofá viendo la televisión. Fijaron su vista en mí en cuanto me vieron aparecer.
-Preciosa. -Niall se levantó y con una enorme sonrisa me acogió entre sus brazos. Sin duda era lo que necesitaba, aunque solo estaba provocando que mis lágrimas quisieran salir a mares. -Ven, siéntate. Ya me ha contado mi madre.
Miré a Maura y ella me devolvió la mirada, seria.
-Bueno, hay algo que no te he contado y será mejor que te lo cuente (Tn__). Voy a la cocina a preparar algo. -Maura se levantó y nos dejó solos. Ya me imaginaba que lo que no le había contado era lo de que probablemente me iría de Londres, digo probablemente porque Maura no lo sabía con seguridad en ese momento; pero ahora estaba todo más que claro, lo de Harry me había aclarado más las ideas, tenía que irme.
-¿Y bien?¿Cómo estás preciosa?
-Podría estar mejor rubio, pero los rebeldes nunca nos rendimos y siempre estamos bien.
-Maldita loca. Un rebelde no tiene porque estar siempre bien y conmigo no tienes que fingir.
-No finjo, querido Niall, de verdad que estoy bien. -le sonreí y le di un pequeño golpe en el brazo.
-¿Sabes? -cogió mi mano. -Te admiro mucho espíritu libre, siempre tan fuerte, tan entera. Creo que nunca te he visto llorar, y reconozco que a veces me pregunto como sería tu cara cuando lloras, si es que has llorado alguna vez. -rió.
Era cierto, Niall nunca me había visto llorar, era extraño, nunca mostraba mi debilidad cuando estaba con él, y sin embargo la había mostrado con Harry en apenas dos meses; era un tema que ni yo misma lograba entender, pero en parte me alegraba de no llorar delante de él, si algo odiaba era que el rubio me viera bien.
-Es que solo lloro cuando estás con Gemma. -me carcajeé.
-¿Y la gracia? -me miró mal y después se echó a reír y yo con él.

Hablé un rato más con él y subí arriba a llamar al teléfono que Maura me había dado horas antes. A la hora de la cena le diría a Niall, Maura y Bbobby que me iba, quería que lo supieran todos a la vez, demasiado duro sería decírselo uno a uno. En cuanto a Zayn... No le diría nada por el momento, si se lo comentaba antes de irme no dejaría que me fuese de la ciudad y no quería también problemas con mi hermano.
Marqué el número y tras tres tonos me respondieron.
-¿Sí?¿Dígame?
-Hola, buenas tardes, llamaba porque estaba interesada en el alquiler de alguna casa.
-Ha llamado a la persona indicada entonces. -noté la amabilidad en su voz. -¿Dónde la quiere?
Lo pensé por unos momentos, no había decidido lugar, solo sabía que me quería ir de Londres. Quizá Newcastle, siempre había querido vivir allí, recordaba haber estado allí mi hermano y yo éramos pequeños y fuímos con mis padres a visitar la ciudad, era muy pequeña pero me acuerdo del lugar y de lo mucho que me gustó, aparte me traía recuerdos, así que elegiría ese lugar, era del único que tenía una ligera idea además.
-¿Señorita?¿Señorita, está ahí? -volví a escuchar la voz de aquel hombre en mi oído.
-Sí, sí, perdón. Quería a poder ser en Newcastle.
-Claro, bonito lugar. Tengo una que estoy seguro de que será perfecta para usted. Solo tendría que pagar 400 libras al mes. ¿Qué le parece?
-Me parece genial, me fío de sus gustos, así que más vale que esté bien.
El hombre se echó a reír.
-Le gustará lo prometo. ¿Cuándo podría venir a verla?
-Mañana mismo.
-Eso si es eficacia, ¿le parece bien a las 11 de la mañana? Ahora mismo le envío un mensaje al número desde el que está llamando, con la dirección completa.
-Me parece perfecto. Hasta mañana entonces.
-Hasta mañana señorita, pase buena noche.
Una cosa hecha, si mañana me gustaba la casa mi vida nueva habrá empezado y con ella dejaré todo atrás; mi padre, mi trabajo, y a mi león mal domado. Ya le ponía hasta el posesivo "mi" delante, definitivamente, sentía más de lo que creía.

Llegó la hora de la cena, yo me había pasado toda la tarde en la habitación pensado en como sería todo después de mi partida, y que me esperaría, era todo lo que había querido siempre, ser libre y hacer lo que yo quisiera, pero por otra parte, sentía que dejaba lo más importante de mí aquí, pero estaba casi segura de que lo que me esperaba era mejor de lo que tenía.
Una vez abajo busqué mi sitio en la mesa. Había dos sillas libres, Bobby no había venido... ¿Dónde se habría metido? Niall me miraba desde su asiento y Maura seguía trayendo cosas de la cocina, me senté frente a Niall y Maura a mi lado en apenas segundos.
-Que buena pinta tiene todo. -intenté sacar lo mejor de mí, ya que solo me quedaban horas a su lado.
-Gracias cariño. -me agradeció Maura.
Empezamos a cenar, la verdad es que estaba buenísimo, Maura siempre había sido una excelente cocinera, y una vez más volvía demostrármelo, hacía casi 5 años que no comía nada hecho por ella, y la verdad lo echaba mucho de menos.
-¿Y cuáles son tus planes a partir de ahora preciosa? 
Maura soltó el tenedor, el cual golpeó bruscamente el plato y Niall fijó la vista en su madre, mientras ella seguía con la vista fija en mí, y yo no sabía ni donde mirar. Era el momento, debía decírselo, no sabía como le sentaría todo esto, pero era mi decisión y estaba segura de que Niall la respetaría.
-Pues verás, quería deciros que....
-¿Qué?¿Qué pasa?¿Qué me tienes que decir (Tn__)?
-Me voy...
-¿Cómo?¿Ya tienes otra casa en Londres? -sonrió, no me había entendido bien.
-No Niall, me voy de Londres. Necesito hacerlo.
-¿Qué? -arrojó los cubiertos contra el plato. -¿Qué me quieres decir con eso?¿Qué te vas lejos de nosotros?
-Niall, me voy, pero vendré a veros. No me voy a olvidar de vosotros.
-Sí lo harás (Tn__), joder. Me prometiste que nunca nos separaríamos, que siempre estaríamos el uno para el otro. -estaba conteniéndose las lágrimas, podía notarlo. Yo solo la estaba cagando más y más.
-Y yo estaré para ti siempre rubio, las promesas de rebelde nunca se rompen.
-Déjate de promesas, porque ya acabas de romper una, la más importante de todas; dejar de ser mi hermana. -Niall se levantó bruscamente de la mesa, Maura gritaba su nombre, pero él no le hacía caso. Simplemente salió de casa, dejándonos a su madre y a mí sentadas alrededor de aquella mesa.
-Se le pasará (Tn__). -me acarició el brazo.
-No, no lo hará Maura. La he cagado con todo el mundo.
Me levanté de la silla y subí a la habitación, sabía que Maura no se merecía que la hiciese ese desplante, pero solo tenía ganas de llorar y gritar, y no quería que ella me viese así. ¿Y ahora qué haría yo si ni mi mejor amigo quería saber de mí? Él mismo había dicho que ya no era su hermana. Niall había sido mi apoyo desde siempre, al igual que mi hermano. Y ahora estaba casi segura de que perdería a los dos, porque Zayn tampoco me perdonaría mi partida, pero no iba a cambiar nada, ya solo me quedaba alejarme de todo y empezar una vida nueva, sin nadie conocido, solos el mundo y yo.

Ya estaba prácticamente arreglada  había recogido todas mis cosas. Todos dormían aún, excepto Niall, que no sabía si estaba en casa siquiera. Seguramente se habría ido a casa de Gemma, por no verme a mí, pero casi mejor, no quería más despedidas, tampoco me despediría de Maura, ni de Bobby, ni de mi padre, ni tampoco de Harry...
Saqué todo de la casa, de la manera más silenciosa que pude y lo metí en el coche. Miré por última vez la casa, miles de recuerdos de la infancia la inundaban, y ahora iba a dejar todo.
Monté en mi coche entre en lágrimas y miré mi móvil antes de arrancar el motor por si había alguna llamada o mensaje importante, y vi su nombre... "Harry", Harry me había enviado un mensaje; no sabía muy bien si estaba preparada para leerlo después de todo lo que había pasado, pero tampoco podría omitirlo igualmente, aunque quisiera; siempre había algo que me tiraba hacia él.
"No dejes que pierda la cordura.
Dentro de nuestra locura, tú eres mi cordura"
Esa última frase me rompió por completo.