lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 18


Y volvía con sus imposiciones, quería reprocharle una vez más que él no era quien para decirme lo que tenía que hacer o no; pensándolo bien, no sabía si teníamos algo o no, si lo tuviésemos estaría en su derecho de decir este tipo de cosas, pero una vez más me asaltaban las putas dudas, ¿qué éramos ahora? No creo que yo y la palabra "novios" nos llevásemos bien, por otra parte tampoco quería que él estuviese con cualquier zorra de por ahí, sonaba egoísta, pero esos eran mis jodidos y estúpidos pensamientos.
-No iba a ir. -mentí, esperaba que no notara que era una trola, nunca había sido buena para mentir.
-¿Segura?¿No estarás pensando ir sin que yo lo sepa no? -mi mano se detuvo de nuevo en su mariposa, mientras el terminaba sus preguntas.
-¿Por qué dudas de mí, Harry? -comencé a trazar la tinta de su estómago con mis dedos. Su piel ardía al contacto con mis manos frías, eso le hizo dar un respingo.
-No dudo de ti, es solo que Louis es un capullo y la idea de que pueda tocarte me vuelve jodidamente loco. No te acerques nunca más a él si no estoy yo, por favor. -pasó la yema de sus dedos por mi brazo.
-Te recuerdo que hoy he tenido que salvarte yo del capullo. -me carcajeé y Harry rió conmigo.
-Sí, la verdad es que puedes ser un hueso bastante duro de roer. -pasé la gasa por las últimas heridas de su cuerpo para terminar de curarle.
-Más de lo que crees león, ya te aviso que debes tener cuidado conmigo.
-No te tengo miedo por más que trates de dármelo.
-Lo tendrás nene, lo tendrás.
-¿Nene? Mmmmm, me gusta como suena eso viniendo de ti. -se acercó mas a mí arrinconándome contra el lavabo.
Posó sus labios sobre los míos, pasando su lengua por mi labio superior para que le diese cabida a mi boca y así lo hice. Su lengua se cruzó con la mía en una batalla encarnizada, sus ansías y las mías se notaban a la legua.
Un pequeño gemido se escapó de el interior de Harry cuando volví a posar mi mano sobre su mariposa. Acto seguido levantó mi camiseta para adentrar su mano y tocar también mi tatuaje.
Mordí su labio y el león gruñó y cegado por la excitación intentó quitarme la camiseta, pero le frené poniendo mis manos sobre las suyas.
-¿Qué ocurre? -podía notar parte de decepción.
-Nada, es solo que no quiero que sea un aquí te pillo aquí te mato. 
-Ayer no decías lo mismo jodida. -mi cara tuvo que ser un poema. -Es broma, esperaré todo lo que la señorita rebelde quiera.
-Gilipollas.
-Yo también te quiero. Tarde o temprano terminaremos en la cama, tú lo sabes y yo lo sé, nos morimos de ganas.
Mentiría si decía que odiaba cuando hablaba del sexo así; me encantaba, la manera en la que esas palabras salían de su boca.
"Tarde o temprano terminaremos en la cama" ¿eso significaba que para él éramos pareja o...? Iba a preguntarle ya sí que sí.
-Si pretendes seducir a una rebelde con esa clase de palabras, vas por mal camino.
-Sabes que estoy de coña (Tn__), ya te he dicho que me importas y que no te quiero para un solo polvo.
-Harry, ¿qué somos?
-¿A qué te refieres con eso, fiore? -ladeó la cabeza esperando una respuesta.
-No te hagas el tonto, hablo de nosotros, ¿qué coño somos? Porque me estoy comiendo el tarro de mala manera y ni siquiera sé que pasa entre nosotros.
No sabía si había hecho mal diciéndoselo, igual él no quería una relación como pareja, al fin y al cabo nunca había manifestado signos de querer algo serio conmigo, o igual sí y yo estaba tan jodidamente ciega que no quería verlo.
-¿Qué quieres que seamos morena? -pasó un mechón de pelo por detrás de mi oreja.
-He preguntado yo primero, Styles. -pretendí sonar intimidante sin éxito alguno.
-Adoro cuando me llamas por el apellido, suenas tan enfadada... Yo te quiero para mí, no quiero que nadie más te toque, ni te bese, no podría soportarlo.
-¿Y eso qué significa?
-Eso significa lo que tú quieras que signifique. -sus juegos de palabras me ponían enferma, ¿por qué cojones no decía lo que quería y ya?
-Muy bien, gracias por aclararme las dudas. -me zafé de su agarre y me dirigí a la puerta.
-Espera, fiore. -me agarró del brazo. -Te pregunto lo que tú quieres porque no quiero cagarla contigo. No te pongas a la defensiva.
Le examiné el rostro por unos momentos, sus gestos y sus ojos verdes reflejaban verdad, ¿debía creerle o no? No entendía por qué me hacía tantas preguntas respecto a Harry, joder, el mensaje que me había envíado horas antes demostraba que le importaba, y mi jodida conciencia segía haciéndome dudar de la manera más absurda y gilipollas que pudiese existir.
-Harry, esto es algo nuevo para mí.
-¿Nuevo?¿Cómo que nuevo?
-Nunca he tenido nada serio con nadie, y no sé a que atenerme contigo.
-¿No has salido con nadie nunca?
-Nunca. No he querido engancharme de nungún hombre, sí, he tenido mis rollos, pero jamás he querido algo más, siempre he pensado que las relaciones no estaban hechas para mí.
-¿Esa ha sido la única razón por la que nunca has sido novia de alguien?¿Tus simples pensamientos? -frunció el ceño y soltó mi brazo para rodearme por completo. -Quiero cambiar eso, fiore. -apoyó la cabeza sobre la mía y gotas de su pelo comenzaron a caer por mi rostro haciéndome reaccionar.
Quería decirle a Harry que la razón por la que nunca había establecido una relación con un hombre era por mi miedo a amar, mi puto miedo a enamorarme, eso me había detenido siempre. El miedo a sufrir... Mi madre siempre decía que el dolor de corazón y del alma era el peor de todos, eso también había tenido influencia en mí. Siempre hacía caso de todo lo que ella me decía  y creía en cada una de sus palabras, era mi ejemplo a seguir y lo será hasta el fin de mis días.
No pensaba abrirme tanto a Harry, por lo menos no por el momento, ¿debería dejarle entrar en mi vida?¿Debería compartir todo con él? Sabía que él tampoco era sincero conmigo al cien por cien, que me ocultaba cosas, pero ese aire misterioso todavía me atraía más; además. todos guardábamos secretos. Confiaba en que si terminábamos teniendo algo él me contara sus secretos con el tiempo, al igual que yo esperaba abrirme a él, con menor dificultad.
-León, no sé... ¿Y si tenemos algo y sale mal?
-No tengas miedo, los rebeldes no tenemos miedo a nada morena, no dejaré que pase nada. Joder, quiero estar contigo. Quiero que seas mía y solo mía.
Agaché la cabeza para mirarme los pies. Su posesividad me dejaba totalmente tocada, aunque la verdad me gusta que le importase de tal manera que solo me quisiera para él.
-¿Quieres ser mi novia? -alzó mi mentón para que nuestros ojos conectaran. Era imposible decirle que no, si su sola jodida mirada enviaba escalofríos por todo mi cuerpo.
Nunca antes me habían hecho esa pregunta, creo que ni siquiera cuando estaba en párbulos, y lo cierto es que siempre la había temido de la peor de las maneras, el simple hecho de pensar en un noviazgo me volvía loca, hasat ahora, hasta que apareció él.
-(Tn__), contéstame, joder. Mi paciencia se acaba y sabes que no tengo de eso.
(Tn__), era el momento, ahora o nunca, siempre había arriesgado y me había importado todo una puta mierda, ¿por qué iba a ser distinto ahora?
La puerta del baño se abrió y el mamón de mi hermano apareció tras ella.
-Sois un putos pesados, en serio, dejar los arrumacos para esta noche o en algún momento en el que yo no esté presente a ser posible.
-Puto (TA__), ¿no sabes llamar a la jodida puerta? Estábamos teniendo una conversación importante, coño. -Harry arrojó contra la pared el peine que había sobre el lavabo.
Ya estaba cabreado de nuevo, era peor que un crío.
-Harry, basta. -le regañé cogiendo el peine del suelo. -Hablaremos de esto luego, no te preocupes tendrás una respuesta. Ahora termina de vestirte que ya te curé todas las heridas.
Antes de que Harry pudiera decir nada más, empujé a mi hermano fuera del baño, y junto a él salí yo cerrando la puerta tras de mí.
-Cuando se pone así me dan ganas de soltarle una hostia, es más le debo una por el golpe de esta mañana.
-¿Es así siempre? -pregunté curiosa.
-No suele, excepto cuando algo lo saca excesivamente de su casillas, entonces sí que arrasa con todo lo que tenga a su paso. Pero vamos que tú hasta ahora has sabido domarle -me reí de su comentario, ¿domarle? Definitivamente el no sabía del apodo que le había puesto a Harry, sino retiraría esas palabras -pero también has sabido cabrearle y mucho.
-Bueno, puedo estar orgullosa de haberle llevado a los dos extremos entonces. -eché aliento sobre mis dedos y me los limpié contra la camiseta en señal de victoria.
-Hermanita eres una zorra cuando quieres, en el buen sentido de la palabra claro.
-Serás capullo, ¿desde cuando zorra tiene buen significado?
-Oye, me dirás que las zorras no son astutas, al igual que tú. La puta ama en serio "espíritu libre".
-Nunca lo pongas en duda. -sonreí. -Voy un momento a la habitación quiero hacer una llamada y a ser posible quiero que tú no estés presente.
-A sus órdenes ama. 
-Puto anormal. 
Zayn bajó las escaleras y yo puse rumbo a la habitación de invitados intentando engañar a Zayn antes de entrar a la habitación de Harry para buscar en su móvil el número del puto Louis.
Una vez me cercioré de que mi hermano había bajado, me dirigí a la habitación de Harry con sigilo, tenía que guardar ese número antes de que saliese del baño o estaba jodida.
Entré en la habitación y vi el móvil sobre la mesilla, tenía la habitación totalemente limpia algo impropio de un rebelde al que se la suda todo, pero bueno, se agradecía. Cogí el teléfono y busqué en su agenda; una larga lista de nombres de tías aparecían en esta, y los celos empezaban a comerme por dentro, si no encontraba pronto ese puto número acabaría estampando el móvil contra el suelo, ¿y si no lo tenía que haría? Tendría que ir a esa indeseable cita, y eso era lo último que quería en estos momentos.
Al fin lo encontré, tenía un único Louis en la agenda y esperaba que de verdad fuese este mamón y no otro, ahora si que estaba segura de que no quería ir a esa cita, aunque algo hacía que me muriese de ganas por preguntarle a Louis que había pasado entre él y Harry hasta hoy en día. Seguramente serían problemas de dinero, o simple rivalidad, podían caerse mal, pero ¿hasta el punto de querer matarse? Quizá era excesivo.
Saqué mi móvil y me apresuré a apuntar el número antes de que a Harry se le ocurriera salir. Una vez guardado, dejé todo como estaba y me apresuré a salir de allí; pero la puerta del baño me lo impidió. 
Joder, mierda, mierda, mierda y una vez más mierda. ¿Y ahora cómo le explicaba a Harry que estaba aquí?¿Cuál sería mi motivo? Jodida, así estaba.


1 comentario:

  1. Me encantaaa!termino el año con un buen cap jajaja bueno que tengas un feliz año nuevo(por adelantado)y que disfrutes :))
    C-

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