domingo, 13 de abril de 2014

Capítulo 22

Sabía que Harry me estaba ocultando cosas, pero, ¿hasta dónde podía llegar su límite? Por lo que Louis me acababa de decir, lo sabía, él lo sabía, quizá había estado implicado en todos y cada uno de los secretos de Harry y de ahí venían sus últimas palabras.
Seguía sosteniendo mi brazo, y notaba su agitada respiración chocar contra mi piel. Le había puesto nervioso, podía ser que demasiado nervioso, y si le seguía preguntando corría el riesgo de que no supiese controlar sus impulsos, pero, como ya había dicho antes, no le tenía miedo, para nada.
-¿Qué quieres decir con eso Louis? Vamos dímelo, estoy segura de que tú también escondes más de lo que dices. -en ese momento Louis soltó mi brazo y volvió a su posición anterior. Me miró de nuevo y después comenzó a carcajearse fuertemente.
-¿De verdad crees que te voy a contar mis mierdas? Aunque quizá podría contarte las de él. Estoy seguro de que si supieras la mitad de lo que ha hecho le abandonarías como a un perro.
-Yo que tú no estaría tan seguro, imbécil. Tú serías capaz de inventar cualquier gilipollez con tal de que yo me alejara de él, no eres muy fiable para mí. -la verdad no sé hasta que punto él podía ser fiable, estaba muy convencido de todo lo que había dicho con anterioridad.
-Mira (Tn__), puedo ser un cabrón, un hijo de puta, y todo lo que tú quieras, pero, no soy un mentiroso. Y nada me haría más jodidamente feliz que que dejaras a ese capullo y cayeras en mis brazos, pero, eso no tiene nada que ver con lo que estoy hablando.
Me quedé callada, mientras rozaba mis nudillos con la punta de los dedos. Estaba confusa, quería saber todo de Harry, y si estaba metido en algo gordo quería ayudarle o quizá estar dentro de sus problemas para que él sintiera que no estaba solo, pero sabía que Louis no era el indicado para contarme nada sobre él, debía ser el mismo león el que me contase aquello que ocultaba, aquel que sacase toda su oscuridad.
-Me tengo que ir Louis, tengo cosas que hacer. -quería irme de aquel lugar, de lo contrario seguiría preguntando más de lo que quería, y no sería nada bueno.
-¿Irte?¿A dónde? No deberías dejarme plantado en la cita, podría irte muy mal. -le miré con odio antes de encaminarme hacia la puerta.
-No te tengo miedo, ya lo sabes. Y ahora con o sin tu puto permiso, me voy.
-Como adoro que tengas ese carácter gatita. Tienes algo que me hacer cambiar mi instinto agresivo, da gracias por ello, sino Styles no pasaba de esta noche, y por cierto, si quieres saber algo más, no dudes en llamarme, ya tienes mi número. -me guiñó el ojo y salí del lugar totalemente enrabietada.
Definitivamente tenía que averiguar mucho más de Harry, o me volvería loca, completamente loca. Ahora sus problemas eran mis problemas, por decirlo de alguna manera, y si había hecho algo grave en el pasado también tenía derecho a saberlo.

PDV de Harry.
Tenía ganas de verla de nuevo, y ya no quedaba mucho, apenas unas horas; no sabía exactamente lo que ella estaba haciendo en mí, pero, la necesitaba más, mucho más de lo que creía imaginar.
Seguía dolorido por los golpes de ayer, pero aún así decidí incorporarme al trabajo, necesitaba ese dinero, y más ahora que la tenía a ella.
Hoy me tocaba repartir en la empresa de su puto padre. Era un maldito cabronazo. Zayn me había contado lo que había hecho esta vez y eso no tenía nombre, ¿cómo podía ocultarle a sus hijos algo así? Entendía que Malik no se lo quisiese decir a (Tn__), ella sufriría como nunca, y yo no lo soportaría, y terminaría matando al capullo de su padre. Puto estirado, nunca me había equivocado con la gente de su clase y esta vez no iba a ser menos, él había confirmado de nuevo la regla. La única excepción que había encontrado dentro de ese mundo era mi fiore, ella no era una de ellos, y no entendía como había aguantado todo este tiempo a las órdenes de su padre, en un lugar de ricachones como ese, y a las órdenes de semejante personaje. A ella no le preocupaba el dinero, ni siquiera su aspecto, se vestía como a mí me gustaba, cuero, camisetas ajustadas, botas de cordones, y demás, y estaba tan jodidamente preciosa con todo ello. No era de este mundo.
-¿Se puede? -dije mientras tocaba a la puerta del despacho de su padre.
El tío me miró con indiferencia y asintió con la cabeza para que pasara. Dejé el montón de cajas en el suelo, y apoyé el comprobante en la mesa para que me lo firmara. Esperé durante unos segundos hasta que el trajeado sacó el bolígrafo de su bolsillo y lo firmó sin ni siquiera volver a levantar la vista.
Lo cogí y me dirigí a la puerta sin media palabra, mientras él parecía estar sumido en su trabajo.
-Eh tú, espera un momento. -me giré por si se refería a mí, cosa que parecía más que obvia.
-¿Sí?¿Qué quiere? -nadie se hacía una idea de lo que me costaba mantener los modales con alguien tan ruín como él.
-Tú por casualidad no sabrás algo de mi hija, ¿verdad? -fijo su mirada en mí, estaba expectante como si esperara que le fuese a decir algo de (Tn__). La verdad era que no me esperaba que me fuese a preguntar sobre ella, para nada.
-No. -me giré de nuevo hacia la puerta. -Y aunque lo supiera. -cogí aire. -No se lo diría. -y sin darme la vuelta salí de aquel puto despacho antes de ponerme a gritar como un jodido loco. No quería más problemas, necesitaba ese trabajo, era de lo único que me podía mantener, a parte de mis mierdas, con las que últimamente no quería contar, y de las que no quería saber nada, no, por el momento. 
Intentaba que (Tn__) no supiera nada de mí, pero, tarde o temprano querría saberlo, ya me lo dejó claro cuando le pedí que estuviera conmigo. Y en parte debía darle la razón aunque no quisiera, pero estaba tan dañado por dentro, que no quería compartir lo mío con nadie, ni siquier con ella. Toda mi vida me la había pasado en un puto bucle sin salida, y era un bucle en el que no quería meterla, por nada del mundo, si estaba jodido, lo estaba yo solo. Ella podía ser una rebelde, pero jamás podría llegar a este nivel, sería peligroso para ella.
Yo ahora solo pensaba en hacerla feliz, aunque fiore no me había contado mucho sobre ella, sabía que su vida tampoco había sido explendida, estar lejos de su madre tantos años, y alguna cosa más que seguramente no me habría contado, pero, que pensaba saber con el tiempo.

PDV de (Tn__)
Ya estaba de vuelta en casa, y eran las 20:00, en dos horas había quedado con Harry, y ni siquiera me había dado tiempo a reflexionar sobre todo lo que me había contado Louis, aunque tampoco es que estuviera segura de si quería pensar sobre ello. Solo conseguiriá crearme una paja mental y no tenía caso hacerlo. Siempre había sudado de todo, ¿por qué no sudar esta vez?¿Quizá por qué se trataba de aquella persona que me importaba? Debería conformarme con lo que me dijo el león, él dijo que intentaría contarme las cosas, pero, que debía tenerle paciencia, ¿no? Pues debería aplicármelo; sabes que no puedes, me decía la voz de mi conciencia, puta conciencia, joder, ¿desde cuándo la tenía yo? Seguramente desde todos estos años en los que había sido marioneta de mi padre.
Me metí en la ducha, tras comprobar que Lana no estaba, necesitaba estar radiante para esta noche, no tenía ni idea de donde me iba a llevar Harry, pero, eso era lo de menos, mis mejores galas de rebelde debía llevarlas esta noche. Quería estar con él, daba igual todo lo que hubiese detrás, solo le quería a él. Era la primera vez que tenía este algo especial con alguien y queriá disfrutar mientras durase.
Oí el sonido de la puerta mientras salía de la ducha, seguramente, sería Lana, no podía ser otra persona, más que mi querida amiga rubia y pivonazo.
-¿(Tn__)? -preguntó con su dulce voz.
-¡Ahora bajo! -me enrosqué la toalla al cuerpo y bajé las escaleras para encontrarme con ella.
Me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, estaba realmente feliz, no sé si era por mi presencia allí o por algo más, pero, conociéndola, seguro que era la segunda opción.
-No sabes lo feliz que me hace tenerte aquí zorrona. -me achuchó con fuerza.
-Y a mí estar aquí. -le correspondí el abrazo. -Pero, ¿es por mí por lo que estás tan feliz?¿O hay algo más? -enarqué la ceja.
-Tú eres la principal razón, aunque, es cierto que hay algo más.
-¿Y bien? Habla. -le señalé el sofá para que tomara asiento.
-Es un chico, por fin, me ha pedido una cita, después de todo el tiempo que llevaba esperándolo y estoy tremendamente feliz. Ay, (Tn__), me importa tanto.
-¿Una cita? Pensé que tú ya estabas acostumbrada a ellas.
-Y lo estoy, pero, esta vez es diferente. Él me importa de verdad. Llevo tras de él mucho tiempo, hasta que al fin se dio cuenta.
-Pues me alegro mucho nena, de verdad. He de confesarte que yo no soy de esas ñoñerías, y tú lo sabes, pero, eso es lo de menos. Me alegra verte así de contenta.
-Gracias zorrona, voy a arreglarme que he quedado en nada, y todavía estoy con las pintas de la uni. 
-Yo también. -me reí. -Así que vamos.
-Que sepas que no se me olvida que me debes una charla. Y has quedado con Harry, ¿verdad?
-Así es. -asentí. -Y amí tampoco se me olvida, que tienes mucho que contarme y sobre todo si se trata de ese chico.
-Te contaré todo, todito, todo. Con pelos y señales.
-Bueno... Hay cosas que no creo que sean necesarias. -me carcajee.
-Anda, si seguro que las querrás saber. -dijo cogiéndose el pelo en un moño.
-Sí, sí. Estoy ansiosa. -subí las escaleras mientras negaba con la cabeza y la dejaba allí con sus pintas.

Ya estaba arreglada, esperando a Harry. Llevaba una falda corta de color negro, y una camiseta blanca que dejaba ver algo de mi vientre. Mi pelo en una trenza, y la raya negra en los ojos. Todo listo para verle. Quien sabe lo que pasaría esta noche.
El timbre sonó y bajé a toda prisa las escaleras, evitando caerme. Abrí y ahí estaba él con un gorro gris, y todo de negro.
-Hola preciosa. -se acercó depositando un pequeño beso en mis labios. -Estás increíble. -me susurró en el oído y el primer escalofrío de la noche recorría mi cuerpo.
-Gracias, tú tampoco estás mal. -me encogí de hombros y le sonreí.
-No te engañes, tú y yo sabemoes que estoy muy bien, no mejor que tú, pero, se hace lo que se puede. 
-Eso estaba más que claro. -pasé el marco de la puerta y solté un "¡LANA ME VOY!" antes de cerrar.
Esta noche podía prometer, y mucho.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Capítulo 21

PDV de Harry
Seguía dormida encima de mi pecho, se la veía tan cómoda y tranquila a diferencia de mí; no había podido pegar ojo en toda la noche, y todo por mi jodida decisión de decirle "Te quiero". Ella no había dicho nada ante mi declaración y eso en parte me daba miedo, ¿y si no estaba conmigo porque sentía algo?¿Y si estaba conmigo por pena? O quizá porque no quería que me metiese en problemas.
Joder Harry, eres gilipollas, ¿y si no quería hacer nada contigo precisamente porque no llegaba a sentir lo suficiente? Mis putas preguntas volvían de nuevo, ¿por qué tenía que darle tantas vueltas a todo? Posiblemente no me hubiese contestado porque ni siquiera me estaba escuchando, estaría ya dormida. Sí, seguro que era eso. Tenía que parar con mis paranoias y centrarme en que era para mí, en que había aceptado estar conmigo, a pesar de lo que eso suponía para los dos. Seguramente un millón de peleas y gritos, pero no importaba.

PDV de (Tn__)
La luz del sol penetraba por las rendijas de la persiona golpeándome en los ojos, eso me indicaba que era la hora de despertarse.
Me froté los ojos para despejarme y levanté la cabeza para ver si Harry seguía dormido, pero para mi sorpresa no lo estaba. Me miraba con el ceño fruncido y una expresión realmente seria, mientras que sus dedos correteaban por mi brazo, recorriéndolo de arriba a abajo.
A lo mejor le estaba dando vueltas a su declaración de anoche; me había dicho que me quería y yo ni siquiera le había contestado, pero tampoco podía hacerlo, era demasiado pronto y apenas estaba empezando a descubrir sentimientos que ni sabía que existían. Esperaba que no le estuviese dando vueltas a eso, no quería verme en otra mala situación. Me importaba y ya se lo había demostrado.
-Buenos días. -le sonreí para tratar de ablandarle.
-Buenos días, fiore. -y efectivamente su expresión había cambiado. Me había devuelto la sonrisa. Esa preciosa sonrisa suya que tan pocas veces mostraba. -¿Qué tal has dormido?
-Bien, gracias. ¿Y tú? Creo que no, tienes ojeras. ¿Te he dado muchos puñetazos mientras dormía? -bromeé.
Tenía uno de los pómulos amoratado por los golpes de ayer, ahora es cuando se empezaban a notar más las marcas. Pasé mi mano por él acariciándolo.
-No muchas, aunque ya me jodes hasta durmiendo. -se carcajeó.
-Maldito gilipollas. -me incorporé. -Como te golpee de verdad, verás.
-No, por favor. -alzó las manos al aire, burlándose.
-Voy a ducharme que tengo que mudarme cuanto antes a casa de Lana, no quiero interrumpirte más león mal domado. 
-¿Desde tan temprano me quieres lejos? Así nuestra relación no va a funcionar, ¿eh?
Hoy se había levantado de buen humor, y lo agradecía, lo agradecía muchísimo. Ojalá las cosas entre él y yo siempre fuesen así, aunque estaba segura de que eso sería imposible.
-Si quieres lo dejamos ya, sin problema.
-No te voy a dejar ir a ningún lado nena. Ahora eres para mí, y no voy a perder la oportunidad. -Se incorporó para quedar frente a mí y me agarróde la cintura con fuerza, juntando nuestras frentes.
-Maldito posesivo de mierda. -junté nuestros labios, y al terminar el beso le mordí el labio inferior para después apartarme.
-Querida cordura, no estás actuando como tal. 
-Como cordura soy muy mala, ya te lo hago saber.
-Para mí no, eres la mejor y única cordura que puedo tener.
-Gracias. -le contesté y le di otro pequeño beso. -Voy a la ducha.

Estaba en la puerta de la casa de Lana, algo nuevo comenzaba para mí, nunca había vivido con nadie, excepto con mi familia cuando era una niña, y esto sería raro para mí, pero bueno sin duda, Lana era una tía increíble.
Me adentré en la casa y dejé las maletas en el hall. La casa estaba muy bien decorada aunque quizá demasiado pastelito para mí, pero Lana era así. Todo era muy acogedor. No era muy grande, la estructura era la misma que la de la casa de Harry. Suponía que todas las casas de esta zona serían parecidas.
-¿Lana? -pregunté, pero lo único que había era silencio. Probablemente se habría ido, dado que ayer dijo que tenía universidad y ya eran las doce de la mañana.
 Subí a la planta de arriba, a lo largo del pasillo había cinco puertas. Como para adivinar cual era mi habitación. Abrí la primera puerta, había unan cama de matrimonio y un escritorio además de varias estanterias llenas de libros, y las paredes eran azules. Azul, ese color siempre me había transmitido tanta calma... Era mi color favorito por ello. Definitivamente esa habitación era para mí, esperaba que no fuese la de Lana, de lo contrario sería un poco avergonzante. 
Me dejé caer en la cama, quedando boca arriba. Esta tarde tenía la cita con Louis, no quería pensarlo hasta que llegara la hora, ese tío me provocaba escalofríos, nunca me había mostrado débil frente a él, y nunca lo haría, porque estaba más que segura de que conmigo no se metería, pero igualmente tenerlo cerca era realmente incómodo. Quizá el supiera de Harry más de lo que pensaba, y podría contarme algo. No, claro que no lo haría (Tn__), ¿eres tonta o qué coño te pasa? Era enemigo del león, obviamente no iba a contarme nada que no supiera ya, aunque sí que podría contarme el por qué de su enfrentamiento constante. Solo se me pasaba por la cabeza la imagen de Harry tirado en el suelo, totalemente dolorido por su jodida culpa, y eso era algo que me hacía odiarle y repudiarle de la peor manera.
El sonido de mi móvil me sobresaltó. Lo saqué del bolsillo y vi que era un mensaje de Harry. Jodido vago, me tenía la lado y en vez de pasarse a verme me envíaba mensajitos.
"Esta noche espero que no hagas planes, y si los tienes los cancelas. Tengo algo para ti. Te veo esta noche. A las 22:00 paso a buscarte. El paranoico de Harry." 
Genial, a ver que magnífica sorpresa se le había ocurrido ahora. Odiaba las malditas sorpresas, aunque lo cierto es que verle esta noche me haría olvidar la pésima cita que estaba por llegar con Louis.
 Traté de eliminar de mi cabeza todos esos pensamientos, pero creo que los que vinieron a continuación eran peores. 
¿Cómo estaría mi padre? No había recibido ni una llamada suya en estos días, quizá tampoco le importaba tanto como pensaba y Zayn llevaba razón. Odiaba su falta de confianza en mí, no quería contarme nunca nada de lo que ocurría, y eso era lo que había provocado toda esta situación. Luego estaba mi hermano, que tampoco era capaz de contarme lo que estaba ocurriendo o aquello que nos estaba ocultando nuestro padre, pero tenía claro que tarde o temprano se lo sonsacaría, siempre había sabido como evadirme esa pregunta, pero no lo haría más.

La hora se acercaba y yo ya estaba totalmente lista para ver a ese cabronazo, siempre estaba bien afrontar nuevos retos, y eso es lo que yo seguía haciendo, retos, y retos, y cada vez peores.
Caminé hasta el callejón donde había visto a ese gilipollas golpeando a Harry, no estaba muy lejos de casa, pero era un barrio bastante espeluznante para ser sinceros.
Me adentré en el callejón y divisé su silueta apoyada contra la pared, el humo del tabaco le cubría.
En cuanto me vio tiró el cigarro al suelo y se aproximó con paso decidido hasta quedar frente a mí.
-Gatita, has sido unan buena chica, y has venido a verme. Así me gusta.
-Creéme que no estoy aquí por gusto, tú no me has dado otra opción. La próxima vez que quieras quedar con una tía procura tener otras armas de seducción que no sean las amenazas.
-Vaya, veo que no sabes morderte la lengua. -sonrió cinícamente. -No me hace falta ningún otro método, no hay nada más eficaz que tener bien pillado a ese que deseas, y yo te tengo pillada a ti. -pasó su mano por mi cara y yo me aparté instintivamente.
-No me toques Louis, ya te lo aviso.
-Relájate gatita. Has elegido el mal bando, da gracias de que me comporto contigo y no te he mandado al hoyo.
-No te tengo miedo.
-Lo sé, y eso es lo que me gusta de ti, eres diferente, tienes cojones, tienes casi más cojones que yo. Ahora, vamos a tomar algo, esto no es muy romántico que digamos.
Me agarró de la muñeca y caminamos hasta un bar que estaba a apenas cien metros. Por fuera se parecía mucho al bar de Bobby, y ese tipo de sitios eran los míos. Suponía que en un sitio de estos, con ambiente, me sentiría mucho mejor que estando a solas con Louis.
-¿Qué quieres tomar? -me acercó uno de los taburetes que habián frente a la barra para que tomara asiento. Me senté y me limité a contestarle.
-Quiero un tequila.
-Apuestas fuerte, ¿eh? -meneó la cabeza.
-Martin, ponme dos tequilas. 
El camarero asintió y se alejó de la barra.
-¿Te encuentras más agusto ahora gatita?
-Contigo no mucho, pero que remedio.
-Deja las gilipolleces por un rato, ¿quieres?
-Louis, casi matas a Harry, ¿cómo coño quieres que me comporte contigo?
-Él vino a mí, fue él el que se encaró, el que quiso joderme. Fue él el que buscó la puta pelea, no yo.
-¿Y tienes que mandar a tus gorilas a golpearle?¿No eres tan macho como para hacerlo tú? Maldito cabrón. -el camarero dejó los dos tequilas en la mesa, cogí uno y me lo bebí de un trago. Me estaba empezando a sacar de mis casillas, y no quería problemas, no con él.
-Yo nunca le voy a tocar. Nunca.
-¿Y se puede saber por qué?
-Creo que ya estás queriendo saber de más gatita, y eso no lo voy a consentir. -se bebió su tequila y me miró fijamente.
-Solo quiero saber el por qué de eso. Es que tú no te quieres ensuciar las manos, ¿verdad?
-No es eso, para de decir esas putas gilipolleces. Joder. -elevó el tono de voz. Le estaba enfureciendo y no sabía si realmente eso me gustaba o me disgustaba, pero el poco miedo que tenía al principio había desaparecido.
-No son gilipolleces, es mi opinión. Es lo que tú me has dado a entender. -se pasó la mano por el pelo y volvió a llamar a Martin.
-Otros dos tequilas Martin. -fijó la vista en él hasta que despareció y después volvió a mirarme a mí. -Mira, me da igual lo que entiendas o dejes de entender. Me ves a mí como el cabronazo de la situación y eso me da igual.
-Cabrón no es la palabra, sino cobarde. No sabes afrontar tus putos problemas. Y miras como los demás te los resuelven.
-Mira. -me cogió del brazo con fuerza, acercándome a él. Podía oír el rechinar de sus dientes. -Harry no es el bueno de esto. Harry no es quien tú crees que es.

jueves, 30 de enero de 2014

Capítulo 20


Lana. Era ella, y estaba preciosa. Su cabellera rubia rizada le llegaba hasta la mitad de la espalda y sus ojos verdes irradiaban felicidad. 
Hacía tanto que no sabía nada de ella, se marchó cuando yo tenía apenas 12 años; Niall, ella y yo éramos como los tres mosqueteros de pequeños y Zayn andaba detrás de ella siempre, ese fue su primer amor, y no era para menos, Lana era jodidamente preciosa.
Nueve años, nueve años habían pasado sin verla, sin saber nada de ella, pero tenía la misma cara dulce y y blanquita como si de porcelana se tratase. Podría reconocer esa cara allí donde la viese.
-¿(Tn__)? -su paso no era firme, dudaba, podía verlo, pero no borraba la sonrisa de su rostro.
-¿Lana?¿Eres tú? No me lo puedo creer. -abrí los brazos para que viniera a abrazarme y así lo hizo.
Se acercó a mí y me rodeó con todas sus fuerzas, tenía más fuerza de la que pensaba a pesar de no mostrar músculo alguno.
-Está tan cambiada... Pero sigues teniendo la misma cara, podría reconocerte en cualquier lugar zorrona. -se desprendió del abrazo y me miró a los ojos.
-Eso es justo lo que estaba pensando yo, no has cambiado nada, bueno excepto porque estás más macizorra. -ambas soltamos una carcajada.
-Pues anda que tú, menudo pivón, amiga mía, ten cuidado con los maromos. -miró a Harry y volvió a fijar la vista en mí.
-¿Os conocéis? -me di la vuelta para mirar a Harry, a juzgar por la cara con la que había mirado Lana a Harry y por como sonreía este ahora, podía deducir que sí.
-Claro que se conocen. -afirmó mi hermano, mientras dejaba todas las maletas en el suelo y se acomodaba en el sofá. -Es su vecina y por lo tanto también la mía.
-¿Cómo? -estaba confusa. -Entonces, ¿ella era la chica de la que me hablaste esta mañana?
-Así es hermanita, pensé que te gustaría la idea de vivir con Lana.
Lo cierto es que Lana era un poco diferente a mí en estos momentos, por lo menos en lo que apariencia respectaba. Falda vaquera hasta la rodilla y jersey rosa ajustado. Igual podría cambiar un poco su estilo de vestir; estaba segura de que interiormente seguía siendo la misma. Y la había echado de menos todos estos años; era cierto que había tenido a Niall a mi lado, pero siempre había necesitado ese punto de vista femenino desde la muerte de mi madre.
-¿Qué dices entonces rebelde?¿Te vienes a vivir conmigo? Dime que sí, venga zorrona. -me agarró del brazo esperando una respuesta.
-Yo preferiría que te quedases aquí, pero si no hay más remedio ve con la rubia. -Harry me susurró en el oído. Maldita manía que me descomponía por dentro.
No tenía nada que perder y además me moría de ganas por charlar con ella, y pasar tiempo juntas, para ser sincera extrañaba tener algo de tiempo de chicas; estar con Lana me vendría más que bien, estaba segura.
-De acuerdo, pues mañana mismo tienes inquilina nueva.
-Ay, que ilusión (Tn__). -me volvió a abrazar de esa manera que estaba empezando a odiar porque cerraba el paso del aire a mis pulmones. -Pásate mañana a la hora que quieras a instalarte, yo estaré en la universidad hasta eso de las ocho de la tarde, así que mientras acomódate y haz lo que quieras. Aquí te dejo las llaves, no las pierdas que nos conocemos. -me guiñó un ojo.
-Perra, solo perdía las cosas de pequeña, he cambiado. -le reproché con las manos en la cadera.
-Eso habrá que verlo. Tenemos tanto de lo que hablar. No puedo esperar a mñana. -me dedicó otra de sus bonitas sonrisas.
-Yo tampoco Lana, te he echado tanto de menos, a pesar de que éramos unas crías.
-Y yo a ti. -suspiró.
-Bueno, me voy, que mañana tengo examen y quiero repasar. Lo dicho, pásate cuando quieras. Nos vemos chicos. -besó mi mejilla y salió de la casa.
Me senté en el sofá mientras Harry seguía de pie riéndose, aparentemente de mí.
-¿De qué te ríes imbécil? 
-De la cara que se te ha quedado. -se sentó a mi lado
-Es que jamás pensé que me encontraría con ella de nuevo, pero me alegro tanto. La he necesitado estos años.
-Sí, porque nada más que te movías entre hombres y eso a tu hermanito no le gusta. -me señaló Zayn.
-Zayn, eran solo amigos. No empieces con gilipolleces. -rodé los ojos.
-A mí tampoco me gusta eso.
-Otro gilipollas. ¿Podéis dejar de ser tan rígidos?
-Oye a tu hermano lo respetas, ¿eh niña?
-Calla mamón.
-Aunque cualquiera se acerca a ti con ese carácter. Dan ganas agarrarte del cuello.
-Lo que tú digas. -fruncí el ceño
Tenía que preguntarle que había pasado en casa de Niall, la noticia del regreso de Lana me había alegrado sí, pero no había hecho que olvídase mis problemas con él. Quizá las cosas jamás volverían a ser como antes, pero seguiría preocupándome por él, a pesar de todo; le quería, aunque intentara ocultarlo tras mi coraza.
-¿Y bien?¿Qué ha pasado en casa de los Horan?
Me tensé, Harry pareció notarlo porque se sentó a mi lado y acto seguido me cogió poniéndome en su regazo.
Zayn no dijo nada, tan solo sonrió y prosiguió con lo que le había preguntado.
-Niall no estaba, tan solo estaba Maura.
-¿Y...cómo está? -mi voz se cortaba.
-Bien, pero dice que está preocupada por Niall. Al parecer desde que discutistéis no es el mismo, apenas pasa por casa. Maura cree que está arrepentido por todo lo que te dijo, pero que su orgullo no le deja acercarse a ti.
-Siempre el puto orgullo. -apoyé mi cabeza en el pecho de Harry y este suspiró fuerte. -No pienso hacer nada, porque yo no hice nada malo. Él fue el que me cuestionó.
-Te quejas del orgullo y tú eres igual hermanita. Tarde o temprano terminaréis arreglándolo.
-O no Zayn, sé que ninguno de los dos vamos a intentar hacer nada. Somos unos imbéciles.
-Si de veras te importa tanto, harás hasta lo imposible porque vuelva a tu lado. -me rodeó con más fuerza. -Quizá no al principio, pero creéme que tu jodido corazón de rebelde no dejara que os separéis.
Sabía que eso lo decía por él y por mí, había intentado mantenerme a su lado desde que le conocí, por unas cosas o por otras, me quería y yo a él también, y no hacía falta que nos lo dijesemos, los actos lo demostraban. Quizá fuésemos unos putos locos cuando nos enfadábamos, pero era nuestra manera de demostrarnos que nos importábamos.
A lo mejor Harry llevaba razón y el tiempo podía hacer que yo llegase a hacer hasta lo imposible por tener a Niall a mi lado de nuevo, o podría ser que se me anticipase él; solo el tiempo lo diría.
-Puede que lleves razón.
-La llevo, te guste o no. -apoyó la barbilla sobre mi cabeza.
-Ojalá y lo arregléis porque ya tengo bastante con aguantar los berrinches del gilipollas este, como para aguantar los tuyos también. -se carcajeó, levantándose del sofá. -Por cierto, no contéis conmigo para la cena, tengo planes. -alzó un lado de su boca, dejando ver una sonrisa pícara.
-Eres una jodida puta, hermanito. Ten cuidado con quien te revuelcas. No quiero sobrinos, ni enfermedades raras.
-Bastarda. -se mofó. -Descuida, sé cuidarme.

Abrí los ojos, y me los froté con las manos. Tenía la cabeza apoyada en las piernas del león y este se había quedado dormido sentado, con la cabeza echada para atrás y la boca abierta. Se veía terriblemente gracioso. El reloj del salón marcaba las doce de la noche y yo me moría de sueño. Me tocaría despertar a Harry para que se fuese a la cama.
-Harry... -susurré. -Harry... -Le acaricié el brazo de arriba a abajo haciéndole reaccionar. Soltó un pequeño gruñido y de un solo movimiento me atrapó debajo de él.
-He sido rápido, ¿eh fiore? -apoyó sus manos a ambos lados de mi cabeza para levantar su peso.
-León aparta, vamos a dormir anda. Déjate de gilipolleces.
-Eh, eh, eh, esa no es la manera de librarte de mí. -sonrio´y comenzó a dar pequeños besos por mi cuello, haciéndome estremecer.
-Harry...
-Shhh... No interrumpas esto. -me levantó la camiseta dejando mi vientre al descubierto y empezó a dar pequeños besos por ahí también, de arriba a abajo.
Me estaba volviendo loca, si seguía así no podría soportarlo. El calor empezaba a subir por todo mi cuerpo, haciéndome perder el control.
-Esta... esta mañana te dije que no quería un aquí te pillo, aquí te mato.
-Y no lo será. -afirmó mientras subía de nuevo a mi cuello. -Solo necesito oírte gritar mi nombre.
Empezaba con su mentalidad sucia, de cualquier otro tío me hubiese repudiado, pero esas palabras saliendo de su boca eran puro morbo para mí.
-Quizá gruñas tú el mío antes. -le aparté de un empujón y me subí a horcajadas sobre sus piernas. Entrelacé mis manos con las suyas para evitar que me tocara y comencé a besarle el cuello como él había hecho con anterioridad.
Junté mis labios con los suyos y los saboreé suave y dulcemente, aumentando el ritmo cada vez más. Mordí su labio inferior y eso hizo que abriera la boca dándole cabida a mi lengua. El beso pasó a otro nivel, ahora era puro fuego y pasión, necesidad.
Deslicé mis manos por su torso hasta llegar al bajo de su camiseta. Nuestras respiraciones estaban aceleradas y las ganas nos consumían.
De un solo tirón se la saqué por la cabeza y pude contemplar su torso de nuevo, esta vez parte de él estaba cubierto por las vendas que le había puesto esa mañana, lo contemplé. Podían haberle matado, eso me hizo frenarme por completo.
-¿Qué pasa ahora? -parecía irritado.
-Nada, es solo que tú estás dolorido y... -pensé por unos segundos. -Vámonos a la cama, por favor. -me aparté de él y me puse en pie.
-Está bien (Tn__). -subió las escaleras en silencio y yo le seguí.
Paró frente a la puerta de su habitación y se volteó para mirarme.
-Por lo menos, dormirás conmigo, ¿no? 
Ya no sabía descifrar su tono, seguramente miles de gilipolleces estaban rondando su mente de nuevo, miles de mierdas que le hacían comerse la cabeza.
-Sí, lo haré. -asentí y ambos entramos en la habitación.
Harry se deshizo de sus pantalones en silencio, abrió el armario y sacó una de sus camisetas viejas para después tendermela.
-Gracias. -me limité a decir.
-Puedes cambiarte, no miraré. -me cortó antes de que pudiera decir algo más.
Rápidamente me deshice de mis vaqueros y mi camiseta y dejé caer la camiseta de Harry sobre mi cuerpo.
Mi actitud le había molestado, estaba completamente segura, pero verlo herido me había frenado automáticamente. Esta vez era una sensación extraña, completamente indescriptible. No quería que se cabreara conmigo, tan solo que me entendiera.
Me acerqué a la cama y eché hacia atrás las sábanas para poder meterme. Harry hizo lo mismo en el otro lado de la misma. Me tumbé dándole la cara mientras que él tenía la vista fija en el techo, por lo poco que me dejaba ver la luz de las farolas que entraba por la ventana.
-Harry, no quería molestarte, de verdad.
-Fiore, ¿de verdad sientes algo por mí? -su tono se había suavizado.
-Claro que siento algo por ti, sino no estaríamos durmiendo en la misma cama, ni dejaría que me besaras o me tocaras, y mucho menos habría aceptado ser tu novia.
-Joder, ¿por qué eres tan díficil a veces? Pensé que querías y ahora me siento como un hijo de puta.
-Harry. Quería, de verdad que quería, pero no en estas condiciones, tú estás herido y dolorido, entiéndeme.
-Te entiendo, o trato de hacerlo de verdad. A veces acabas con mi puta paciencia, pero no quiero separarme de ti.
Me acurruqué contra su pecho y él apoyo la mano en mi espalda rodeándome. No quería hablar nada más, estaba exhausta. Harry no había perdido el control mientras hablaba conmigo y en parte no quería decir nada que pudiera cagarla.
-Fiore.
-¿Hmmm? -mis ojos ya estaban completamente cerrados. Trataba de procesar todo lo que había pasado en tan solo un día. Era de locos.
-Te quiero.

domingo, 12 de enero de 2014

Capítulo 19


Mi tiempo cada vez estaba más limitado, no sabía que hacer, donde meterme para que Harry no supiera nada, si se enteraba de lo que estaba haciendo le entraría otro de sus ataques de ira y terminaríamos mal, muy mal, estaba segura de eso.
Sus pasos se acercaban, cada vez retumbaban más y más, miré a todos lados hasta que fijé mi vista en la cama. ¡Eso es! Si me escondía debajo no me vería, o eso esperaba. Sin meditarlo más, me metí debajo de la misma, y dejé caer el edredón para que no se pudiera ver absolutamente nada de mí.
Oí el sonido de la puerta de la habitación y al poco tiempo pude divisar unos pies junto a la cama. Eran las botas marrones de Harry. Mi corazón latía a 1000 por hora, no sabía si podría controlar mi respiración lo suficiente como para no hacerme oír. Joder, necesitaba que el león saliese ya de su habitación o no aguantaría mucho más.
El móvil de Harry sonó y este lo cogió y acto seguido se lanzó sobre la cama. Me asusté de tal manera que me golpeé contra el bajo de la cama, pero Harry por suerte ni se percató. ¡De puta madre! Ahora tendría que estar ahí más tiempo del que pensaba y encima me dolía un huevo la cabeza.
-¿Qué quieres? -preguntó Harry de manera tajante.
-Ya te he dicho que ella no. Olvídate, ¿me escuchas bien cabrón?¡OLVÍDATE DE ELLA O JURO QUE TE ARRANCARÉ LAS PUTAS PIERNAS!
-¡TIENES A MÁS DE 100 ZORRAS A TU ALCANCE, Y ELLA NO ES UNA DE ELLAS! -Harry seguía gritando.
Se levantó bruscamente de la cama y comencé a divisar sus pies caminando de un lado para otro. ¿Con quién estaría hablando?¿Y de qué cojones hablaba?¿De qué chica hablaban? El simple hecho de pensar que podía haber otra mujer me traía de los nervios. Tenía tantas cosas que averiguar de él, y tenía claro que él no me iba a ayudar en nada, o quizá sí, tendría que intentarlo.
-¡QUE TE CALLES HIJO DE PUTA! -Harry tiró el móvil contra el suelo y salió de la habitación dando un portazo.
Solté un largo suspiro y me arrastré hasta lograr salir de debajo de la cama. Harry había tenido otro de sus ataques de ira y como no, yo había estado presente para presenciarlo, aunque él no lo supiera. 
Me levanté y cogí su móvil del suelo. Tenía la pantalla totalmente destrozada, por más que tocaba botones no se iluminaba, ahora sí que no podría saber quien era el jodido tipo con el que hablaba, y eso no me gustaba. Harry estaba metido en más problemas de los que yo misma quería creer, no cabía duda, y en parte tenía miedo a que le hicieran daño.
Dejé el móvil en el suelo, tal y como estaba si lo levantaba o me lo llevaba, Harry sabría que alguien había estado allí y eso era lo último que quería.
Salí con sigilo intentando hacer el menor ruido posible y me dirigí a la que era mi habitación por hoy, para hablar con el indeseable de Louis.
-¡(Tn__)! -oí la voz de Harry haciendo eco por el pasillo.
-¿Qué? -me giré para mirarle. 
-¿A dónde vas?
-A hablar por teléfono.
-¿Con quién? -podía notar su irritación, seguramente seguiría cabreado por lo que había hablado con el tipo de antes.
-¿Podrías dejar de hacerme tantas preguntas Harry? Es irritante, joder.
-Perdón, fiore. No quería irritarte, es solo que...
-¿Qué?¿Qué ocurre? -me acerqué a él con cautela.
-Nada, olvídalo. Ve a hablar, yo te espero abajo.
-¿Seguro?
Harry se quedó callado durante unos segundos, mirándose las manos mientras jugaba con sus dedos.
-Sí. -finalmente asintió. -No te preocupes. -besó mi frente y desapareció a lo largo del pasillo.
Algo le carcomía por dentro estaba segura, podía notarlo en sus ojos. Sus ojos. Siempre me transmitían tanto, me ayudaban a descifrar tantas cosas que él ocultaba, era increíble.
Fuese lo que fuese, debería hablarlo con él, solo quería que confiara en mí, si finalmente pasabamos a ser novios, debía haber confianza, y eso tenía que dejárselo más que claro. La palabra "novios" todavía me producía escalofríos, esto iba a ser tan nuevo para mí.

Entre a la habitación y me senté en la cama, ahora tendría que llamar a Louis y convencerle para quedar otro día, ¿y si no accedía?¿Y si solo empeoraba las cosas? Tenía que intentarlo, si salía hoy Harry sospcharía y seguramente hasta me siguiría y sería todavía peor.
Busqué su número en el móvil y lo miré por unos momentos, mi dedo a punto de pusar el botón de llamar, no podía pensarlo más, tenía que hacerlo. Pulsé y esperé una respuesta, tras tres tonos alguien descolgó:
-¿Quién coño es? -era la voz de Louis, podía reconocerla.
-¿Louis? -pregunté.
-Sí, soy yo, ¿tú quién eres?¿Otra zorrita?
-Eres un gilipollas, no te atrevas a llamarme zorrita de nuevo en tu puta vida. -Louis soltó una carcajada al otro lado del teléfono.
-Uyyy gatita, ya te reconocí, ¿cómo tiene la reina de las rebeldes mi móvil?
-Eso no importa. -obvié su pregunta. -Quería hablar contigo.
-Siempre tengo tiempo para ti preciosa, habla. 
-Verás, quería decirte que si podíamos aplazar la cita, hoy no puedo ir, pero no quería dejarte plantado, tengo educación.
-No juegues conmigo (Tn__)... -su voz se endureció.
-No lo estoy haciendo, te estoy diciendo lo que hay.
-Está bien, pero no te acostumbres a esto, ¿me oyes bien? No voy a permitir que me jodas, ni siquiera tú.
-No lo haré,n y deja de amenazarme de una puta vez. ¿Quedamos mañana entonces? En la calle donde nos vimos hoy.
-Está bien, mañana a las seis en esa calle, y ni se te ocurra faltar o tú cabrón de rizos lo pagará. -tragué saliva ante su última amenaza, no temía por lo que me hiciese a mí, sabía defenderme y sabía que ese cabronazo no me haría nada, pero a Harry sí, Louis lo estaba deseando.
-Hasta mañana gatita, me muero de ganas por verte. -pude notar su sonrisa cínica al otro lado del teléfono.
Colgué el teléfono, ni siquiera me molesté en contestarle, era un hijo de puta, sin corazón, ni remordimientos, un jodido indeseable.

El resto del día no estuvo del todo mal, mi hermano se fue a casa de Niall a recoger mis cosas, y yo temía por lo que este pudiera decirle, si soltaba alguna burrada, mi hermano no dudaría ni un momento en golpearle, por más Niall que fuera, si algo le tocaba los cojones era que se metieran conmigo. Estaba nerviosa, quería saber que estaba pasando en esa casa en estos momentos. 
-¿Qué ocurre fiore?Estás muy callada.- Harry que estaba en el sofá a mi lado cogió mi mano y pasó sus dedos por mis nudillos.
-Nada, está todo bien. -mentí.
-Ey. -levantó mi mentón. -Te he visto mal antes, no intentes hacerte la dura conmigo, sabes que no tienes porque hacerlo.
Eso mismo quería decirle yo a él, sabía que desde que había hablado por teléfono esta mañana estaba raro, miles de ideas estarían pasando por su cabeza.
-Es solo que no me gusta estar enfadada con mi mejor amigo Harry, y saber que Zayn está en su casa y sentirme impotente por no saber lo que ocurre...
-¿Le quieres mucho verdad?
-Sí, él ha sido mi infancia y mi adolescencia hasta el día de hoy, lo hemos compartido todo, su familia prácticamente me ha criado, más de lo que lo ha hecho mi padre.
-Todo irá bien (Tn__), no estés mal, algo que os ha unido no se puede romper tan de repente, sé que él se arrepentirá tarde o temprano, joder, conozco la mentalidad de los tíos y más si son de mi rango, podemos ser unos hijos de puta, pero sabemos arreglar nuestros errores. -sonrió mostrando sus hoyuelos.
-Gracias por intentar consolarme. -besé sus labios con suavidad.
-¿Eso significa que sales conmigo? -un brillo inesperado apareció en sus ojos.
-Solo si me prometes que vas a confiar en mí y que me vas a contar todo lo que pase Harry, no quiero secretos entre nosotros.
Apartó su mano de la mía y se alejó unos centímetros. Su cuerpo se tensó y su expresión cambió por completo, sabiá que no le gustaba lo que le acababa de decir, pero era la única manera de que esta especie de relación saliera bien. Me sentía mal por no contarle lo de Louis, pero eso no era muy importante, yo sabría manejarlo, pero sus dudas, sus putas comidas de cabeza, quería saberlas, quería saber tods su problemas.
-No...No me pidas eso (Tn__), hay cosas que no te puedo contar, ni siquiera las sabe tu hermano. Joder, no tenemos porque meternos en la vida del otro. -gruñó pasándose las manos por su pelo.
-¿Y cómo pretendes que esto salga bien si tú no te abres a mí? Harry joder, quiero ayudarte en lo que sea y tú solo quieres encerrarte en ti mismo, ¿por qué?
-¡(Tn__), coño! Hay demasiada mierda en mí que no tienes porque saber, no jodas esto. Te lo pido.
-No jodo nada. Tú quieres saber hasta con quien hablo por teléfono, y yo... ¿yo no puedo saber tus problemas? Esto es absolutamente absurdo. No tiene sentido que salgamos si vas a estar ocultándome cosas y mintiéndome. ¿Qué clase de mierda sería esta?
-¡NO ME HAGAS ESTO, COÑO!¡YO SOLO QUIERO CUIDAR DE TI Y TÚ ME VIENES CON ESTAS GILIPOLLECES! -se levantó del sofá y dio una patada a la mesa.
-¡YO NO ESTOY HACIENDO NADA!¡AL REVÉS QUIERO QUE ESTO FUNCIONE, QUIERO QUE SI TENEMOS ALGO, SALGA BIEN! Y tú...Tú pones tus putas barreras por medio.
El silencio se hizo en la sala, las agitadas respiraciones era lo único que se oía. Harry suspiró profundamente y trató de tranquilizarse antes de volver a hablar.
-(Tn__)... -me agarró los dos brazos. -Deja de ponerme a prueba. -juntó su frente con la mía. -Está bien, intentaré contarte mis problemas, pero dame tiempo para ello, solo te pido tiempo. No es fácil para alguien como yo abrirse y contar toda su mierda. -su voz era un susurro ahora, estaba todo lo calmado que podía estar. -Se mi novia, intentaré que esto funcione, lo prometo. -rozó su nariz con la punta de la mía y pude notar su aliento golpeando mi cara, una mezcla de tabaco y limón.
Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento, sabía que a veces era una puta cabezona, pero quería que confiase en mí, lo necesitaba. Él, después de su ataque de histeria había recapacitado  y me había dicho que lo iba a intentar. Suponía que ese ya era un gran paso para él, lo iba a intentar por mí, debía ser todo lo comprensiva que podía.
-Está bien. -dije con un hilillo de voz. Estaba demasiado cautivada por su encanto, su aliento en mi cara, nuestras narices rozándose... -Acepto.
-Gracias, gracias, gracias. -me cogió en vuelo y empezó a dar vueltas conmigo en sus brazos. Su humor había cambiado por completo, y la verdad me alegraba. Ahora nos estábamos riendo los dos, así éramos, hace dos minutos estábamos gritándonos a la cara y ahora inundábamos la sala a carcajadas.
El sonido de las llaves forcejeando con la cerradura de la puerta hizo que el león se detuviera y me bajara al suelo. Mi corazón latía con fuerza, quería saber ya todo lo que había ocurrido con Niall.
Mi hermano apareció tras la puerta con mis dos maletas en la mano, y tras él, estaba ella. Ella.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 18


Y volvía con sus imposiciones, quería reprocharle una vez más que él no era quien para decirme lo que tenía que hacer o no; pensándolo bien, no sabía si teníamos algo o no, si lo tuviésemos estaría en su derecho de decir este tipo de cosas, pero una vez más me asaltaban las putas dudas, ¿qué éramos ahora? No creo que yo y la palabra "novios" nos llevásemos bien, por otra parte tampoco quería que él estuviese con cualquier zorra de por ahí, sonaba egoísta, pero esos eran mis jodidos y estúpidos pensamientos.
-No iba a ir. -mentí, esperaba que no notara que era una trola, nunca había sido buena para mentir.
-¿Segura?¿No estarás pensando ir sin que yo lo sepa no? -mi mano se detuvo de nuevo en su mariposa, mientras el terminaba sus preguntas.
-¿Por qué dudas de mí, Harry? -comencé a trazar la tinta de su estómago con mis dedos. Su piel ardía al contacto con mis manos frías, eso le hizo dar un respingo.
-No dudo de ti, es solo que Louis es un capullo y la idea de que pueda tocarte me vuelve jodidamente loco. No te acerques nunca más a él si no estoy yo, por favor. -pasó la yema de sus dedos por mi brazo.
-Te recuerdo que hoy he tenido que salvarte yo del capullo. -me carcajeé y Harry rió conmigo.
-Sí, la verdad es que puedes ser un hueso bastante duro de roer. -pasé la gasa por las últimas heridas de su cuerpo para terminar de curarle.
-Más de lo que crees león, ya te aviso que debes tener cuidado conmigo.
-No te tengo miedo por más que trates de dármelo.
-Lo tendrás nene, lo tendrás.
-¿Nene? Mmmmm, me gusta como suena eso viniendo de ti. -se acercó mas a mí arrinconándome contra el lavabo.
Posó sus labios sobre los míos, pasando su lengua por mi labio superior para que le diese cabida a mi boca y así lo hice. Su lengua se cruzó con la mía en una batalla encarnizada, sus ansías y las mías se notaban a la legua.
Un pequeño gemido se escapó de el interior de Harry cuando volví a posar mi mano sobre su mariposa. Acto seguido levantó mi camiseta para adentrar su mano y tocar también mi tatuaje.
Mordí su labio y el león gruñó y cegado por la excitación intentó quitarme la camiseta, pero le frené poniendo mis manos sobre las suyas.
-¿Qué ocurre? -podía notar parte de decepción.
-Nada, es solo que no quiero que sea un aquí te pillo aquí te mato. 
-Ayer no decías lo mismo jodida. -mi cara tuvo que ser un poema. -Es broma, esperaré todo lo que la señorita rebelde quiera.
-Gilipollas.
-Yo también te quiero. Tarde o temprano terminaremos en la cama, tú lo sabes y yo lo sé, nos morimos de ganas.
Mentiría si decía que odiaba cuando hablaba del sexo así; me encantaba, la manera en la que esas palabras salían de su boca.
"Tarde o temprano terminaremos en la cama" ¿eso significaba que para él éramos pareja o...? Iba a preguntarle ya sí que sí.
-Si pretendes seducir a una rebelde con esa clase de palabras, vas por mal camino.
-Sabes que estoy de coña (Tn__), ya te he dicho que me importas y que no te quiero para un solo polvo.
-Harry, ¿qué somos?
-¿A qué te refieres con eso, fiore? -ladeó la cabeza esperando una respuesta.
-No te hagas el tonto, hablo de nosotros, ¿qué coño somos? Porque me estoy comiendo el tarro de mala manera y ni siquiera sé que pasa entre nosotros.
No sabía si había hecho mal diciéndoselo, igual él no quería una relación como pareja, al fin y al cabo nunca había manifestado signos de querer algo serio conmigo, o igual sí y yo estaba tan jodidamente ciega que no quería verlo.
-¿Qué quieres que seamos morena? -pasó un mechón de pelo por detrás de mi oreja.
-He preguntado yo primero, Styles. -pretendí sonar intimidante sin éxito alguno.
-Adoro cuando me llamas por el apellido, suenas tan enfadada... Yo te quiero para mí, no quiero que nadie más te toque, ni te bese, no podría soportarlo.
-¿Y eso qué significa?
-Eso significa lo que tú quieras que signifique. -sus juegos de palabras me ponían enferma, ¿por qué cojones no decía lo que quería y ya?
-Muy bien, gracias por aclararme las dudas. -me zafé de su agarre y me dirigí a la puerta.
-Espera, fiore. -me agarró del brazo. -Te pregunto lo que tú quieres porque no quiero cagarla contigo. No te pongas a la defensiva.
Le examiné el rostro por unos momentos, sus gestos y sus ojos verdes reflejaban verdad, ¿debía creerle o no? No entendía por qué me hacía tantas preguntas respecto a Harry, joder, el mensaje que me había envíado horas antes demostraba que le importaba, y mi jodida conciencia segía haciéndome dudar de la manera más absurda y gilipollas que pudiese existir.
-Harry, esto es algo nuevo para mí.
-¿Nuevo?¿Cómo que nuevo?
-Nunca he tenido nada serio con nadie, y no sé a que atenerme contigo.
-¿No has salido con nadie nunca?
-Nunca. No he querido engancharme de nungún hombre, sí, he tenido mis rollos, pero jamás he querido algo más, siempre he pensado que las relaciones no estaban hechas para mí.
-¿Esa ha sido la única razón por la que nunca has sido novia de alguien?¿Tus simples pensamientos? -frunció el ceño y soltó mi brazo para rodearme por completo. -Quiero cambiar eso, fiore. -apoyó la cabeza sobre la mía y gotas de su pelo comenzaron a caer por mi rostro haciéndome reaccionar.
Quería decirle a Harry que la razón por la que nunca había establecido una relación con un hombre era por mi miedo a amar, mi puto miedo a enamorarme, eso me había detenido siempre. El miedo a sufrir... Mi madre siempre decía que el dolor de corazón y del alma era el peor de todos, eso también había tenido influencia en mí. Siempre hacía caso de todo lo que ella me decía  y creía en cada una de sus palabras, era mi ejemplo a seguir y lo será hasta el fin de mis días.
No pensaba abrirme tanto a Harry, por lo menos no por el momento, ¿debería dejarle entrar en mi vida?¿Debería compartir todo con él? Sabía que él tampoco era sincero conmigo al cien por cien, que me ocultaba cosas, pero ese aire misterioso todavía me atraía más; además. todos guardábamos secretos. Confiaba en que si terminábamos teniendo algo él me contara sus secretos con el tiempo, al igual que yo esperaba abrirme a él, con menor dificultad.
-León, no sé... ¿Y si tenemos algo y sale mal?
-No tengas miedo, los rebeldes no tenemos miedo a nada morena, no dejaré que pase nada. Joder, quiero estar contigo. Quiero que seas mía y solo mía.
Agaché la cabeza para mirarme los pies. Su posesividad me dejaba totalmente tocada, aunque la verdad me gusta que le importase de tal manera que solo me quisiera para él.
-¿Quieres ser mi novia? -alzó mi mentón para que nuestros ojos conectaran. Era imposible decirle que no, si su sola jodida mirada enviaba escalofríos por todo mi cuerpo.
Nunca antes me habían hecho esa pregunta, creo que ni siquiera cuando estaba en párbulos, y lo cierto es que siempre la había temido de la peor de las maneras, el simple hecho de pensar en un noviazgo me volvía loca, hasat ahora, hasta que apareció él.
-(Tn__), contéstame, joder. Mi paciencia se acaba y sabes que no tengo de eso.
(Tn__), era el momento, ahora o nunca, siempre había arriesgado y me había importado todo una puta mierda, ¿por qué iba a ser distinto ahora?
La puerta del baño se abrió y el mamón de mi hermano apareció tras ella.
-Sois un putos pesados, en serio, dejar los arrumacos para esta noche o en algún momento en el que yo no esté presente a ser posible.
-Puto (TA__), ¿no sabes llamar a la jodida puerta? Estábamos teniendo una conversación importante, coño. -Harry arrojó contra la pared el peine que había sobre el lavabo.
Ya estaba cabreado de nuevo, era peor que un crío.
-Harry, basta. -le regañé cogiendo el peine del suelo. -Hablaremos de esto luego, no te preocupes tendrás una respuesta. Ahora termina de vestirte que ya te curé todas las heridas.
Antes de que Harry pudiera decir nada más, empujé a mi hermano fuera del baño, y junto a él salí yo cerrando la puerta tras de mí.
-Cuando se pone así me dan ganas de soltarle una hostia, es más le debo una por el golpe de esta mañana.
-¿Es así siempre? -pregunté curiosa.
-No suele, excepto cuando algo lo saca excesivamente de su casillas, entonces sí que arrasa con todo lo que tenga a su paso. Pero vamos que tú hasta ahora has sabido domarle -me reí de su comentario, ¿domarle? Definitivamente el no sabía del apodo que le había puesto a Harry, sino retiraría esas palabras -pero también has sabido cabrearle y mucho.
-Bueno, puedo estar orgullosa de haberle llevado a los dos extremos entonces. -eché aliento sobre mis dedos y me los limpié contra la camiseta en señal de victoria.
-Hermanita eres una zorra cuando quieres, en el buen sentido de la palabra claro.
-Serás capullo, ¿desde cuando zorra tiene buen significado?
-Oye, me dirás que las zorras no son astutas, al igual que tú. La puta ama en serio "espíritu libre".
-Nunca lo pongas en duda. -sonreí. -Voy un momento a la habitación quiero hacer una llamada y a ser posible quiero que tú no estés presente.
-A sus órdenes ama. 
-Puto anormal. 
Zayn bajó las escaleras y yo puse rumbo a la habitación de invitados intentando engañar a Zayn antes de entrar a la habitación de Harry para buscar en su móvil el número del puto Louis.
Una vez me cercioré de que mi hermano había bajado, me dirigí a la habitación de Harry con sigilo, tenía que guardar ese número antes de que saliese del baño o estaba jodida.
Entré en la habitación y vi el móvil sobre la mesilla, tenía la habitación totalemente limpia algo impropio de un rebelde al que se la suda todo, pero bueno, se agradecía. Cogí el teléfono y busqué en su agenda; una larga lista de nombres de tías aparecían en esta, y los celos empezaban a comerme por dentro, si no encontraba pronto ese puto número acabaría estampando el móvil contra el suelo, ¿y si no lo tenía que haría? Tendría que ir a esa indeseable cita, y eso era lo último que quería en estos momentos.
Al fin lo encontré, tenía un único Louis en la agenda y esperaba que de verdad fuese este mamón y no otro, ahora si que estaba segura de que no quería ir a esa cita, aunque algo hacía que me muriese de ganas por preguntarle a Louis que había pasado entre él y Harry hasta hoy en día. Seguramente serían problemas de dinero, o simple rivalidad, podían caerse mal, pero ¿hasta el punto de querer matarse? Quizá era excesivo.
Saqué mi móvil y me apresuré a apuntar el número antes de que a Harry se le ocurriera salir. Una vez guardado, dejé todo como estaba y me apresuré a salir de allí; pero la puerta del baño me lo impidió. 
Joder, mierda, mierda, mierda y una vez más mierda. ¿Y ahora cómo le explicaba a Harry que estaba aquí?¿Cuál sería mi motivo? Jodida, así estaba.